Emmanuel Macron nombrará a Michel Barnier como primer ministro de Francia. Barnier, nacido en 1951 en La Tronche, Francia, ha sido durante décadas uno de los políticos más influyentes de la escena europea. Su carrera, marcada por su incansable defensa de la unidad europea y su participación en momentos cruciales de la política francesa y comunitaria, ha cimentado su reputación como un hábil negociador y diplomático.
Barnier saltó a la política a los 27 años, cuando fue elegido como el diputado más joven en la Asamblea Nacional Francesa en 1978. Desde entonces, su trayectoria no ha dejado de ascender. Entre los diversos cargos que ha ocupado, destacan su labor como Ministro de Medio Ambiente, Ministro de Asuntos Europeos y Ministro de Asuntos Exteriores de Francia. Estos puestos le permitieron consolidar su papel como uno de los defensores más comprometidos de las políticas sostenibles y de integración europea.
Sin embargo, el nombre de Michel Barnier se asoció a nivel internacional principalmente con su rol como negociador jefe del Brexit. En 2016, tras el referéndum en el Reino Unido que determinó su salida de la Unión Europea, Barnier fue designado por la Comisión Europea para liderar las complejas y tensas negociaciones. Durante cinco años, encabezó las conversaciones con Londres, defendiendo los intereses de los 27 Estados miembros y logrando un acuerdo que preservó la unidad del bloque europeo. Su estilo calmado y pragmático le ganó tanto respeto como reconocimiento a nivel mundial.
Más allá del Brexit, Barnier también tuvo una destacada carrera en las instituciones europeas, donde fue Comisario de Mercado Interior y Servicios de 2010 a 2014. Durante ese periodo, fue responsable de reformas clave en la regulación financiera, impulsadas tras la crisis de 2008, con el objetivo de fortalecer la estabilidad del sistema bancario europeo.
En el ámbito político nacional, Barnier hizo un intento por alcanzar la presidencia de Francia en 2022, presentándose a las primarias del partido Los Republicanos. Aunque no consiguió la candidatura, su campaña se centró en temas sensibles como la soberanía nacional y el control de la inmigración, mostrando una postura más conservadora en comparación con su perfil tradicionalmente europeísta.
A lo largo de su carrera, Michel Barnier ha sido visto como un político hábil y moderado, capaz de gestionar situaciones diplomáticas complejas y con una profunda comprensión de las dinámicas tanto francesas como europeas. A sus 73 años, sigue siendo una figura respetada en el escenario político, con un legado marcado por su compromiso con los valores europeos y su capacidad de negociación en momentos críticos.