Los adultos españoles se sitúan por debajo de la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en comprensión lectora y en resolución de problemas lógicos y numéricos, según un informe publicado este martes. En concreto, un 32% de los españoles obtiene puntuaciones bajas en competencias básicas, un porcentaje superior al promedio del 26,6% en los países de la OCDE. España figura entre las peores posiciones de la Unión Europea, en niveles similares a Letonia, Hungría y Croacia. Solo Italia, Polonia y Portugal registraron cifras más desfavorables.
Dificultades en resolución de problemas lógicos
El campo más problemático para los españoles es la resolución de problemas lógicos, con un 35% obteniendo resultados insatisfactorios, frente al 29% de la media de la OCDE. Según el informe, estos adultos pueden resolver problemas sencillos con pocas variables estables y limitada información relevante, pero experimentan dificultades cuando las tareas requieren varios pasos o un seguimiento de múltiples factores.
Déficits en comprensión lectora y matemáticas
En comprensión lectora, un 31% de los adultos españoles suspende, frente al 26% de media de la OCDE. Este grupo solo es capaz de entender textos cortos y organizados cuando la información está claramente indicada o identificar enlaces relevantes en listas simples.
En resolución de problemas numéricos, un 30% obtiene resultados bajos, superando el promedio del 25%. Estas personas pueden realizar cálculos básicos con números enteros o dinero y trabajar con decimales simples, pero encuentran dificultades al abordar problemas que involucran porcentajes.
Por debajo en excelencia
El porcentaje de españoles con las mejores puntuaciones también es menor que la media de la OCDE en todas las categorías. Solo un 4% presenta altas capacidades en comprensión lectora, frente al 12% de media. En problemas numéricos, un 6% alcanza el nivel más alto (frente al 14%), mientras que en problemas lógicos el porcentaje cae al 2%, frente al 5% de media en la OCDE.
El informe subraya la necesidad de reforzar las competencias básicas en España para reducir estas brechas y mejorar la posición del país en comparación con sus homólogos internacionales.