La Sagrada Familia, del riudomense Antoni Gaudí, culminará en 2025 su mayor torre, la de Jesucristo, la última de las seis torres centrales por construir de la Basílica, con una cruz que será un mirador con capacidad para once personas y vistas privilegiadas de Barcelona.
Durante la jornada de puertas abiertas de este año (del 21 al 24 de septiembre) se podrá ver un prototipo a tamaño real de uno de sus fragmentos, se ha indicado este jueves en una visita al templo.
Esta gran cruz, que pesará unas 200 toneladas, estará compuesta por cuatro brazos de 17 metros de altura y 13,5 de ancho, será de cerámica esmaltada en blanco y reflejará el cielo en cada momento, haciendo el efecto de un cristal para simbolizar la luz de Cristo.
El proceso de construcción de este elemento incluye el uso de diferentes materiales y técnicas, con cerámica esmaltada y vidrio diseñados y producidos especialmente para la cruz, con piezas curvadas y otras piramidales y unas ventanas que constarán de tres capas de vidrio curvado y laminado.
"Prevemos que la cruz esté finalizada a finales del año que viene y que la torre de Jesucristo sea bendecida en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Gaudí", ha afirmado el arquitecto director, Jordi Faulí, en una rueda de prensa celebrada en la Basílica.
Las previsiones son que, antes de finalizar este año, se coloque el duodécimo y último panel del cuerpo principal de la cruz y, a partir de entonces, se construya el terminal, compuesto por elementos de piedra y la cruz.
Así, a mediados de 2026 está previsto que se inaugure la torre de Jesucristo, después de más de 140 años de construcción del templo católico, que acabará alcanzando los 172,5 metros de altura, convirtiéndose en la iglesia más alta del mundo.
Este año se ha avanzado en la construcción de la planta baja inferior y la planta baja de los claustros anexos a la capilla del Asunto, la parte del templo contiguo a la calle Provença, que entrará en su última fase de construcción en 2025.
En 2023, se completaron las cuatro torres de los Evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan, que junto con la de la virgen María conforman cinco de las seis torres centrales de la Basílica.
Más incierto se presenta el futuro de la fachada de la Gloria y, en este sentido, el director general de la Junta Constructora, Xavier Martínez, ha explicado que no hay novedades por ahora en las conversaciones que la Sagrada Familia mantiene con el ayuntamiento para acabar de definir el proyecto de la escalinata que, según el diseño de Gaudí, obligaría a derribar algunos edificios cercanos.
Mientras se desencalla este rompecabezas, la licencia actual de obras solo permite actuar sobre algunos elementos de la fachada que están dentro del solar que ocupa actualmente el templo.