La candidatura de la CUP, encabezada en estas elecciones por la tarraconense Laia Estrada, cayó este domingo hasta los cuatro escaños, cinco menos que el 2021, y se marca como uno de los próximos retos «frenar la extrema derecha».
Así lo expresó Estrada, que compareció en la sede de la CUP en Barcelona, donde siguió la noche electoral junto con la número dos por Barcelona, Laure Vega, y los exdiputados Carles Riera, Eulàlia Reguant y Mireia Vehí, entre otros candidatos.
«Los resultados que hemos obtenido no son buenos. Hemos perdido votos y apoyo, somos plenamente conscientes. A partir de mañana, los cuatro diputados nos ponemos a disposición del país para revertir esta situación», analizó Estrada.
Sobre la irrupción de Aliança Catalana en el Parlament, dijo: «Es evidente la oleada reaccionaria que está atravesando nuestro país. Es muy mala noticia que haya entrado la formación de extrema derecha que se esconde bajo la bandera independentista».
Es por eso que emplazó a todas las formaciones de izquierdas e independentistas a «abordar este panorama».
La formación anticapitalista ha pasado de tener nueve diputados, que le permitieron ser la quinta fuerza en el Parlament en 2021, a cuatro, lo cual la coloca en la séptima posición, la penúltima, solo por delante de Aliança Catalana.
En las anteriores elecciones catalanas, la CUP –en aquel momento con el exalcaldesa de Badalona Dolors Sabater como cabeza de lista– consiguió nueve diputados, cinco más que el 2017.
Sin embargo, el apoyo a los anticapitalistas ha ido menguando, como quedó demostrado en las elecciones municipales, por ejemplo, quedándose fuera del Ayuntamiento de Barcelona, y en las generales, donde perdieron su representación en el Congreso.
Con estos malos resultados, la CUP inició el ‘Procés Garbí’, una estrategia de replanteamiento político y organizativo para liderar un nuevo rumbo que tenía que culminar con una asamblea nacional en junio, pero el anuncio de los comicios detuvo este proceso.
«Retomamos ya mismo el ‘Procés Garbí’ para hacer frente a los retos de la derechización y la desafección respecto a la clase política», apuntó Estrada sobre este proceso de debate interno.
Con los resultados de este 12M, la CUP se queda con tres diputados por Barcelona y uno por Girona y, por lo tanto, sin representación en Lleida y Tarragona. De este modo, no entran ni Bernat Lavaquiol, cabeza de lista por Lleida, fuerte opositor de los Juegos Olímpicos de Invierno 2030, ni Sergi Saladié, número uno por Tarragona y una de las voces más críticas de la formación contra Hard Rock.