Salvador Illa tomó posesión de su cargo como nuevo president ayer en un acto solemne de menos de 20 minutos, en el Palau de la Generalitat. Cuando el presidente del Parlament, Josep Rull, de Junts, leyó la resolución del nombramiento y el president saliente, Pere Aragonès, colocó en el cuello de Salvador Illa la medalla de la Generalitat, Catalunya volvió a tener un president socialista 14 años después de la salida de José Montilla en 2010.
Tras prometer su cargo «por el Rey, por la Constitución y por el Estatut» –una fórmula que no se había utilizado en la última década–, quiso Salvador Illa pronunciar un discurso conciliador en el que insistió en la necesidad de cohesionar a la sociedad catalana. «Mi objetivo principal es que todo el mundo se sienta representado por mi Gobierno», dijo, antes de garantizar que gobernara «respetando la diversidad» frente al populismo que «pone en peligro la unidad civil».
«Gobernaré respetando la diversidad y la pluralidad del pueblo de Catalunya, sobre todo cuando aquí y en todo el mundo, los planteamientos demagógicos, divisivos y populistas ponen en peligro no solo la unidad civil de nuestro pueblo, sino la convivencia misma», dijo Salvador Illa, que se declaró «emocionado y conmovido» por asumir la presidencia «con la humildad de quien quiere ser el primer servidor público de Catalunya».
Citó a todos los presidents de la democracia, incluido Carles Puigdemont, y les agradeció su labor. «No tengo ninguna duda de que todos los expresidents han tenido siempre los intereses más nobles», afirmó.
Al igual que en las jornadas previas, hizo un reconocimiento a su antecesor, Pere Aragonès, por su «responsabilidad ejemplar» para realizar el traspaso de poderes de la mejor manera posible, lo que en su opinión, es una muestra de que la institución de la presidencia está por encima de los mandatos limitados en el tiempo que ejerza cada president.
Con una cita a Ernest Lluch, exministro de Sanidad socialista asesinado por ETA, Illa buscó resaltar el enfoque socialdemócrata de su Govern, calificó a Catalunya como «tierra de acogida» frente a la tensión política por la inmigración y trató de sacar el uso del catalán de la controversia. «La defensa de nuestra lengua y de nuestra cultura no va contra nadie ni pone en peligro a nadie», como tampoco lo hace el acuerdo de financiación con ERC, aseguró.
Partidarios y detractores
Al terminar el acto, Illa salió a la plaza de Sant Jaume a dar la mano a sus partidarios, que coreaban eslóganes como «Illa, president» o «Catalunya socialista». Los detractores mostraban una pancarta con la frase «Illa, gobernador civil».
El nuevo president dará a conocer mañana lunes los nombres de sus consellers, todos vinculados al PSC, y el martes celebrará su primer consejo ejecutivo.
Todos los expresidents de la Generalitat –excepto Pasqual Maragall, enfermo de alzhéimer, y Carles Puigdemont, por razones obvias– acudieron a la toma de posesión. En los bancos dispuestos para las autoridades se encontraban Jordi Pujol, que se movía con dificultad apoyado en un bastón, Artur Mas, José Montilla y Quim Torra. También estuvieron en el acto, en representación del Gobierno central, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero; el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; el ministro de Industria, Jordi Hereu; el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; y la ministra de Ciencia, Diana Morant.
Solo dos presidentes autonómicos viajaron a Barcelona para arropar a Illa: la navarra María Chivite y Adrián Barbón. Este último es un apoyo significativo, porque el asturiano fue uno de los dirigentes socialistas más críticos con el acuerdo de financiación entre el PSC y ERC que ha servido para abrir la puerta de la Generalitat a Illa. «Rechazamos la salida de cualquier comunidad del régimen común. No apoyaremos nada que vaya en contra de los intereses de Asturias», declaró Adrián Barbón el 2 de agosto.
Consellera: Alícia Romero, al frente de Economia
La hasta ahora portavoz parlamentaria del PSC, Alícia Romero, será la nueva consellera de Economia y se encargará de negociar la implementación del acuerdo de financiación alcanzado con ERC. Alícia Romero (Caldes d’Estrac, 1976) es licenciada en Derecho por la UPF y tiene un posgrado en Derecho Local y Urbanístico por el IDEC y un máster en Dirección Pública y Gobernanza por ESADE.