Daniel Sancho, hijo de los reconocidos actores Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, ha sido condenado a cadena perpetua por el asesinato con premeditación del cirujano colombiano Edwin Arrieta esta misma mañana. Lo que comenzó como un aparente viaje de placer a Tailandia ha desembocado en una de las tragedias más sonadas y mediáticas de los últimos años, dejando a su paso una estela de dolor y preguntas sin respuesta.
Esta misma mañana, en un tribunal de Koh Samui, a las 10 horas locales, se leyó la sentencia que revelaría el futuro penitenciario de Daniel Sancho. A esta vista solo asistieron el acusado, sus padres, su abogado defensor, el fiscal y personal de la embajada de España en Tailandia.
El veredicto fue contundente: cadena perpetua por asesinato con premeditación, un castigo que le condena a pasar el resto de sus días tras las rejas. A esta sentencia se suman los cargos de ocultación del cuerpo y desaparición de la documentación de la víctima.
Lo más sorprendente, y que ha dejado a todos boquiabiertos, es la reacción de Daniel Sancho al escuchar la sentencia. Según testigos directos y fuentes publicadas por la revista Semana, el acusado «se ha roto en medio de la vista».
El equipo legal de Sancho, liderado por el abogado Marcos García-Montes, había mostrado confianza en que el juez descartaría la premeditación en el caso, argumentando que la muerte de Arrieta fue un accidente. Esta confianza se sustentaba en la coordinación entre los equipos jurídicos en España y Tailandia, quienes llevaron la defensa de manera telemática y con un contacto permanente. Sin embargo, la sentencia de cadena perpetua desmoronó sus expectativas, sorprendiendo no solo a la defensa, sino también a los padres del acusado, que se enfrentan ahora a un futuro incierto.
La posibilidad de apelar sigue sobre la mesa. Tanto la defensa como la fiscalía tienen un mes para presentar sus recursos, los cuales serán revisados por el Tribunal de Koh Samui. Este proceso, que podría extenderse hasta un año más, es la última esperanza para Daniel Sancho de reducir su condena, aunque las perspectivas no parecen alentadoras.
Por un lado, la familia Arrieta ha expresado su satisfacción con la decisión del juez. Aunque la indemnización de cuatro millones de baht (aproximadamente 105.000 euros) es considerablemente menor a la cifra que solicitaron inicialmente. No obstante, el hecho de que Sancho pase el resto de su vida en prisión les ofrece una forma de justicia y cierre. «El querellante está satisfecho con la sentencia porque estará en prisión de por vida», afirmó la abogada de la familia, Bussakorn Kaewleeled, dejando claro que, para ellos, la condena es una victoria moral y un alivio.
