La Unión Europea ha establecido el 1 de julio de los años 2026 y 2029 como las fechas hasta las que se podrán seguir poniendo en el mercado determinadas categorías de productos alimentarios que contengan alguno de los aromas de humo para los que ha denegado la autorización de su uso.
En el caso del queso y productos derivados, carne, pescado y productos de la pesca elaborados (incluso moluscos y crustáceos y huevas, y sus subcategorías correspondientes) el límite será el 1 de julio de 2029; para el resto de categorías, el 1 de julio de 2026.
Según han explicado fuentes del sector, la diferencia radica en si dichos aromas se utilizan para reforzar el sabor tradicional (2029) o para reproducirlo (2026).
El Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) ha publicado este jueves la decisión por la que se deniega la renovación de la autorización de dichas sustancias como producto primario para la producción de aromas de humo.
Según el texto, los alimentos que contengan productos primarios para la producción de aromas de humo podrán seguir poniéndose en el mercado en las citadas fechas y permaneciendo en él hasta la fecha de consumo preferente o la fecha de caducidad.
En este sentido, y respecto a las dudas suscitadas sobre las consecuencias de esta decisión, fuentes de la Asociación de Snacks -de la que forman parte empresas como Risi, Pepsico, Tosfrit, Grefusa, Facundo y Rubio, entre otros- han asegurado que no van a desaparecer de los lineales las patatas con sabor a jamón.
"No es correcta la afirmación de que la Unión Europea (EU) prohibe las patatas fritas con sabor a jamón por potenciales riesgos para la salud", ha explicado la asociación.
La propia Representación de la Comisión Europea (CE) en España ha avalado la afirmación de la industria y ha asegurado este miércoles, en la red social X (antes Twitter), que "no es verdad que la UE haya prohibido las patatas con sabor a jamón".
La CE ha explicado que sí se prohibirán algunos aditivos de aroma ahumado utilizados para su producción, "por lo que con una receta que no los incluya se podrán seguir fabricando".
La propuesta de retirada de estos aromatizantes, que aprobó la CE tras un acuerdo con los Estados miembros, llega después de un estudio elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentatira (EFSA por sus siglas en inglés) sobre la seguridad de estos aromas.
La EFSA ya ha evaluado en otras ocasiones estos aromas para autorizar su uso o no; las últimas fueron en 2009 y 2012, cuando identificaron "problemas de seguridad" para los productos debido a su "margen de seguridad insuficiente".