La temperatura media anual en Catalunya ha aumentado a un ritmo de +0,26 °C por decenio desde 1950, hecho que representa un incremento de 1,9 °C en los últimos 74 años, siendo 2022 y 2023 los más cálidos y secos.
Son datos que proporciona el Boletín Anual de Indicadores Climáticos (BAIC 2023), que hoy ha hecho público el Servei Meteorològic de Catalunya (SMC).
Según el informe, en 2023 siguió el patrón del año anterior, siendo el segundo año más cálido en Catalunya desde 1950, con una variación de +2,4 °C respecto al periodo de 1961-1990.
Concretamente, destaca que los meses de junio y agosto son los que más han notado el incremento térmico, que, lejos de estabilizarse, aumenta año tras año.
Aunque la anomalía registrada en 2023 fue de +2,2 °C, casi un grado superior a la media de todo el planeta, esto no significa que la temperatura media de Catalunya ha superado el límite de 1,5 °C que fija el Acuerdo de París.
Para afirmar que el exceso térmico ha sido persistente, hay que tener en cuenta la media, como mínimo, de 20 años, que en Catalunya se sitúa en 1,3 °C.
En cuanto a precipitaciones, en 2023 ha sido el más seco para el territorio catalán respecto a la media climática del periodo 1961-1990, con una anomalía de -40,4% respecto a este.
El SMC señala que el episodio de sequía pluviométrica del periodo 2021-2023 es “excepcional” y el más grave desde, como mínimo, el 1916.
Por otro lado, desde medios del siglo XX han aumentado los extremos asociados a un clima más cálido: el número de noches tropicales (con temperatura por encima de los 20 °C ) es de 36 más que hace 70 años, mientras que los días anuales de heladas (temperatura mínima por debajo de los 0 °C) ha disminuido en 30 días de media.
