Seguramente tenemos por casa algún ordenador, ya sea de sobremesa, portátil o uno de esos pequeños notebooks que tan de moda se pusieron, que ya tiene sus años y no lo usamos por que se ha vuelto demasiado lento y nos desespera usarlo para cualquier tarea, por sencilla que sea. Solo en arrancar tarda varios minutos y, cuando por fin podemos usarlo, ya se nos han pasado las ganas de hacer lo que queríamos hacer. Y es que estamos acostumbrados a la inmediatez del móvil, siempre encendido y conectado.
También conocidos como discos sólidos o discos duros de estado sólido, los discos SSD han revolucionado el mercado de los ordenadores, pues su rendimiento es espectacular comparado con los discos duros tradicionales. Es por ello que, si se instala en un equipo antiguo, este puede durar todavía unos años más funcionando de manera más que aceptable.La buena noticia es que hace unos años aparecieron los discos duros SSD, un dispositivo de almacenamiento que mejora decenas de veces la velocidad de los antiguos discos duros HDD. El disco duro siempre ha sido el componente más lento de un ordenador, así que, si su velocidad mejora, todo el equipo funciona más rápido. Y es que esto no es como ampliar la memoria RAM del PC, cosa que rara vez apreciaremos usando el equipo. En este caso, la mejora es notoria desde el primer segundo que lo utilizamos. Y mucho además.
Pero hay más buenas noticias, y es que un disco duro SSD es compatible con la mayoría de equipos de sobremesa y portátiles, ya sean PC o Mac, fabricados a partir de 2004 aproximadamente (conexión SATA). Por lo que ponerle un disco SSD a un equipo viejo es posible y altamente recomendable.
Los primeros discos SSD eran muy caros, como todo producto tecnológico recién salido al mercado, y con poca capacidad. Pero, de un tiempo a esta parte, los precios de estos discos han bajado mucho. Tanto, que es normal encontrarlos por menos de 50€. Los hay además en capacidades que van desde los 250 GB hasta los 2 TB.
Muchas son las ventajas de los discos SSD con respecto a los discos duros tradicionales o HDD, pero lo que nos interesa en este caso es como mejora la velocidad de nuestro equipo si reemplazamos el obsoleto disco duro HDD por un disco SSD. Este simple cambio nos va a aportar mejoras en casi todas las tareas que realicemos. Esto es, desde arrancar el ordenador (podemos pasar de varios minutos a menos de 50 segundos), abrir programas, copiar archivos, instalar actualizaciones del sistema operativo… en definitiva, todo va a ser mucho más veloz con un disco SSD.
Aunque pueda parecer lo contrario, realizar el cambio del HDD por el nuevo SSD es una tarea extremadamente sencilla y que puede hacer prácticamente cualquiera. Además, los discos SSD nuevos suelen incluir un programa para “clonar” los datos (el sistema operativo, nuestros archivos, programas y configuraciones) de nuestro antiguo HDD al nuevo SSD, con lo que es simplemente cambiar uno por otro y funcionar, sin tener que pasar por reinstalaciones de Windows, drivers, programas y demás.
Así pues, te animamos a que no tires tu antiguo equipo, sácalo del cajón donde lo tienes cogiendo polvo y ponle un disco SSD. Volverás a tener un ordenador totalmente funcional y rápido (puede que hasta incluso más rápido que un ordenador nuevo que no tenga disco SSD) al que darás mucho uso haciendo tareas que hasta ahora eran impensables de realizar con ese viejo PC.