Tras un tiempo en el olvido, el tren vuelve por sus propios fueros, al mundo de las opciones para el desplazamiento, y viene pisando fuerte. Son varios los motivos que han impulsado este repunte en el mercado ferroviario, entre los que destacamos la seguridad, pues se ha posicionado como el medio de transporte terrestre más seguro.
Cada vez son más los usuarios que, por motivos laborales o personales, optan por el tren como transporte público y sustituto ideal para el vehículo privado. Las ventajas con las que cuentan al hacerlo son la puntualidad, conociendo exactamente la hora de salida y de llegada, sin molestos atascos, y la tranquilidad, sin preocupaciones ni tensiones durante el trayecto, propias de la conducción, pudiendo desconectar y relajarse.
El hecho de dejar el vehículo propio en casa ya es un descanso, pero la explicación de por qué cada vez el tren va sumando más adeptos es muy sencilla.
Por un lado, el tren te permite llegar hasta el mismo centro de las ciudades, donde se encuentran las estaciones, acercándote mucho más a tu destino final que otros medios, como el avión.
Por otro lado, los billetes de tren y billetes AVE se pueden conseguir a increíbles precios gracias a la plataforma Trenes.com, una página web que también tiene disponible una aplicación para móvil en la que, cómodamente, podrás realizar tus búsquedas para trayectos desde cualquier lugar. En pocos segundos, y gracias a los algoritmos con los que trabaja y a los grandes acuerdos que tienen con los principales operadores ferroviarios, esta aplicación o la plataforma web, te ofrecerá la mejor tarifa posible según tus criterios de búsqueda.
El tren de otra época, el tren de los más románticos
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor y aunque no nos guste pensar que esta afirmación es cierta en todos los sentidos, sí que es verdad que los viajes en tren no son lo mismo en la actualidad que en los años 20´s.
Durante aquella época dorada en España, el tren era un medio de transporte que las clases altas de la sociedad utilizaba para largas distancias y en él se dedicaban a descansar, divertirse, cerrar negocios o incluso, simplemente disfrutar de todas sus comodidades mientras duraba el viaje, contemplando los paisajes mientras se tomaban una copa.
Aquellos trenes contaban con lujosos camarotes y vagones para satisfacer los gustos de la alta sociedad española de aquella época y ofrecían los mismos servicios y confort que cualquier habitación de lujo de un hotel en las grandes ciudades.
Hoy en día, gracias a Renfe, ese espíritu se puede rememorar en el Al-Andalus, un tren ambientado en los trenes de aquellos años en el que podremos recorrer largas distancias en un ambiente de lujo y clase, trasladándonos a aquellos años.
Renfe pone a disposición del viajero verdaderas obras de arte en diseño, que le permitirán gozar de una estancia muy agradable y con total seguridad, ya que aunque su estética es de años pasados, están convenientemente actualizados bajo los estándares actuales. No en vano Renfe, la empresa pública empresarial ferroviaria que pertenece al Ministerio de Fomento, se rige por los principios de seguridad, calidad, eficiencia, innovación y rentabilidad.
En el Al-Andalus, se pueden elegir entre dos tipos de camarote: la suite superior, una estancia muy amplia que cuenta con todas las comodidades del siglo XXI, pero con el aroma inconfundible del clasicismo europeo y la suite estándar, que también cuenta con una decoración acorde, pero mantiene las medidas de los camarotes originales.
Para donde el tren no llega, el avión es un gran sustituto
Aunque el tren nos convence a todos hay momentos en los que se nos queda corto y no podemos hacer uso de él. Es el caso por ejemplo de distancias realmente largas, en las que necesitaríamos coger numerosos trenes hasta llegar a nuestro destino, o cuando queremos cruzar el mar o el océano.
Un destino vacacional muy recurrente en España y para el que no es viable el uso del tren es Menorca. Esta isla es sinónimo de playas y calas de ensueño de prestigio mundial, pero también de naturaleza, de golf, de cultura, de deportes náuticos, de diversión… Hay muchos motivos para viajar a este privilegiado enclave de las Islas Baleares.
La cultura y la tradición es parte intrínseca de la isla y un amor incondicional por el trabajo artesano, bien hecho, utilizando materiales nobles.
Es el caso de las avarcas de menorca, unas sandalias de piel hechas a mano artesanalmente que son símbolo de esta isla y de las que debes traerte al menos un par cuando la visites. Un excelente suvenir y un estupendo regalo para ti y los tuyos, todo un lujo para tus pies pero que, si no tienes posibilidad de viajar hasta Menorca, puedes adquirir a través del enlace.
Las avarcas son el producto típico de Menorca de mayor reconocimiento internacional. Surgieron como calzado resistente para los trabajos campestres y en la actualidad su uso de ha extendido y diversificado ampliamente, con multitud de diseños y colores.
Menorca es un oasis natural de paz único, lleno de contrastes por descubrir. Un auténtico paraíso bañado por el mar Mediterráneo que te enamorará por su armonía y diversidad.
En sus aguas limpias y cristalinas se puede practicar vela, windsurf, esquí acuático y, por supuesto, submarinismo. El espectacular fondo marino de Menorca lo han convertido, desde hace décadas, en uno de los preferidos por los amantes del buceo.
Esta isla transmite calma, en buena parte, gracias a su inigualable naturaleza. Declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, Menorca posee una gran riqueza ecológica y paisajística. Realizar una excursión a caballo, a pie o en bicicleta por los caminos y rutas establecidos es una excelente manera de conocer este hermoso entorno.