Para intentar encontrar respuestas a las causas del trágico incendio del edificio de Valencia, el Diari ha hablado con el arquitecto tarraconense Xavier Climent, quien ha empezado admitiendo que «no tengo una explicación de lo que ha podido pasar».
Para empezar, Climent quiere dejar claro que el sistema de fachada ventilada utilizado en la construcción del edificio «es muy común en construcciones. Es cuando sobre la obra normal se le aplica un aislamiento adherido a la fachada y sobre unas guías se le pone el acabado de fuera, que en este caso era aluminio.
Para el aislamiento, tanto acústico como térmico, es de los mejores sistemas que hay, porque creas una cámara en medio. El problema es el material que pongas de aislamiento». Por eso, este arquitecto opina que la tragedia de Valencia no ha sido «culpa del sistema que se usó, sino que –al parecer- ha sido culpa de parte de ese sistema».
Además, Climent también quiere aclarar que «se ha dicho que el acabado de fuera era alucobond, una chapa de aluminio muy fina sobre un composite. Pero no es cierto. Este alucobond tiene sucedáneos como el alucoil, que es parecido y es el que en concreto tenía este edificio tal y como se ha podido ver en las imágenes».
No obstante, la rápida propagación de las llamas siempre viene provocada por el aislamiento que se utilice en esta fachada ventilada. Es aquí cuando surge el nombre que tanto estamos escuchando en las últimas horas: poliuretano.
«Si éste era poliuretano o no está por ver, pero está claro que éste es más combustible y, sobre todo, más propagador de llama», comenta este arquitecto, quien añade que «el aislamiento nunca debería ser propagador de llama. Todos los aislamientos son combustibles, porque se queman, pero la norma dice que no tienen que producirse gotas de llama, que no sea propagador».
A Xavier Climent no le consta que el poliuretano esté prohibido porque «yo no lo he usado nunca. Normalmente utilizamos un derivado del poliespan, concretamente el poliestireno extruido, que es más denso. Es combutible, pero autoextinguible».
Un antes y un después
Para Climent es lógico que la tragedia de Valencia marcará un antes y un después en cuanto a normativa de seguridad, tal y como pasó en casos anteriores como los incendios de la Torre Windsor de Madrid (2005) o de la Torre Grenfell de Londres (2017) porque «si se demuestra que ha sido el poliuretano el que ha contribuido a la propagación del fuego está claro que se sabrá que no habrá que usarlo nunca en ninguna construcción».