«Los vecinos aún no tienen claro qué hacer en caso de emergencia. No se nos ha explicado lo suficiente. Prácticamente no se ha hecho nada. Hay que insistir más, con charlas en los colegios, imanes en las neveras, más pedagogía y más simulacros. Tiene que ser una lucha diaria en la que machacar mucho más», explica Loli Gutiérrez, presidenta de la Associació de Veïns de Bonavista, uno de los barrios más próximos a la explosión de Iqoxe y al propio polígono sur.
La sensación general entre los vecinos de Tarragona y específicamente en los de los barrios de Ponent es que desde la tragedia de 2020 ha habido progresos pero son insuficientes. «No se ha hecho gran cosa. Al principio sí, pero faltan más campañas, los simulacros no han terminado de funcionar. Los mensajes llegaban a algunos teléfonos pero a otros no. Mucha gente aún no sabe qué hacer si vuelve a haber un accidente», explica Jacinto Moreno, presidente de la Federació d’Associacions de Veïns Segle XXI.
«¿Y los mayores sin móvil?»
A pesar de los avances, la sensación de inseguridad es persistente. «No se ha hecho nada. La gente está igual, asustada. Se ha dejado en el olvido. Tendríamos que hacer reuniones con el ayuntamiento para que nos informe. ¿Y los mensajes en los simulacros? A mí me llegaron pero a muchos vecinos no. Y hay mucha gente mayor que no tiene móvil», explica María Dolores Miras, presidente de la Cuarta, en Campclar.
«Hay que seguir insistiendo y no parar, para que la gente sepa actuar», explica Alfonso López, presidente de la FAVT
Úrsula Martín, presidenta de la Associació de Veïns Progressista de Torreforta, otra zona muy próxima al polígono sur, lamenta que «seguimos más o menos igual», aunque «la gestión del Plaseqcat ha ido a mejor, todavía queda mucho por hacer, hace falta pedir más información y más transparencia a las químicas».
En esa línea, Jacinto Moreno reclama «más vigilancia a las plantillas de los trabajadores, para que las condiciones sean las adecuadas y más inspecciones, estar más encima de la química».
Alfonso López, presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona (FAVT), reconoce «que a nivel de seguridad se está avanzando y se está invirtiendo más, que era lo que tocaba, también por parte de la Generalitat». López reclama más esfuerzos y más constantes: «Se ha hecho trabajo pero también nos hemos quedado un poco parados últimamente. Hay que seguir insistiendo y concienciando, no parar, para que la gente sepa de una vez vez cómo actuar y qué hacer. Habría que hacer más simulacros».
«Que estén a la altura»
Las voces vecinales admiten que, en líneas generales, la desconfianza con la industria ahonda en ese fino equilibrio entre la conveniencia económica y ese cierto recelo. «Necesitamos que las fábricas hagan su trabajo, jamás nos pondremos en contra de ellas, porque dan mucho empleo, pero necesitamos que estén a la altura», agrega López.
La clave, para ellos, es ofrecer una información y formación sostenida, sin bajar la guardia, como indica Loli Gutiérrez, desde Bonavista: «Debemos tener en cuenta que hay mucha gente mayor que no se maneja con el móvil y también muchas personas que han venido de fuera en los últimos años y que no conocen que convivimos con el riesgo».
La FAVT organiza una misa en recuerdo de las víctimas de la tragedia. La eucaristía será hoy a la 18.00 horas en la Iglesia de Torreforta. Supondrá también un reconocimiento a los damnificados por el accidente químico.
