TGN quiere sacar a subasta pública un edificio abandonado de la Part Alta

Es el número 8 de la calle Riudecols, que se encuentra en un estado muy deteriorado y con problemas estructurales, a pesar de que tiene un interés medieval

11 marzo 2022 06:31 | Actualizado a 11 marzo 2022 06:43
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El Ayuntamiento de Tarragona quiere sacar a subasta pública un edificio ubicado en la Part Alta, que presenta «importantes problemas estructurales», que generan malestar y quejas de los vecinos. Se trata del número 8 de la calle Riudecols, un inmueble que está tapiado y del que cuelgan papeles en los que está escrito mensajes como «#ElBarriCau», «vergonya» y «degradació», apuntando directamente a la administración local, que es la propietaria.

«Es un edificio que se encuentra en muy mal estado y que está abandonado desde hace décadas», explica el concejal de Béns Patrimonials, Hermán Pinedo. Durante un tiempo el Consistorio lo cedió a una asociación de vecinos, como sede social. También la utilizaron varias entidades del barrio. Pese a ello, a inicios del año 2000 el inmueble quedó abandonado a causa de los problemas que ya se detectaron en su momento.

«A veces caen piedras y han habido varias denuncias, pero el Ayuntamiento no ha hecho absolutamente nada y es un auténtico despropósito porque es uno de los edificios más antiguos de la Part Alta», indica un vecino que lleva más de 19 años en la zona y que prefiere mantenerse en el anonimato. Esta misma persona explica que durante algún tiempo la casa fue ocupada, por este mismo motivo, cuando finalmente el inmueble fue desalojado, el Ayuntamiento decidió tapiar todas las entradas, para evitar nuevos incidentes.

Pinedo lamenta que «es un nido de suciedad, palomas y basura que nos genera problemas constantemente». A partir de esta situación, el Ayuntamiento ha valorado las diferentes opciones. «A corto o a medio plazo no tiene solución, no podemos hacernos cargo de todo el patrimonio que tenemos en la ciudad», sigue explicando este responsable municipal.

Por este motivo, la opción que ahora mismo está encima de la mesa es la de una subasta pública y que un privado asuma los gastos de rehabilitación, evitando que el espacio siga degradándose. 

El edificio consta de una planta baja, con dos pisos y una buhardilla. La superficie total construida es de 238 metros cuadrados y, según la valoración que han hecho los técnicos municipales, el precio inicial de salida para la subasta será de 56.123,67 euros. Estos son algunos de los detalles que ayer el equipo de gobierno presentó al resto de formaciones políticas, en el marco de la Comissión Informativa de Territori y que salió adelante. El siguiente paso será que pase por el pleno municipal y si la propuesta sale refrendada saldrá a exposición pública para que los interesados puedan hacer sus ofertas y que pueda procederse a la subasta.

Mantener la estructura

Pinedo asegura que «interesados que han venido a preguntar los ha habido». No obstante, se trata de un inmueble con diferentes fases constructivas, en el que destaca la parte medieval y que está catalogado. De hecho, en una de las paredes puede apreciarse una piedra con una inscripción romana, prueba de este reciclaje urbano que ha marcado la historia de la ciudad. Esto significa que cualquier intervención que quiera hacerse en un futuro tendrá que hacerse respetando la Llei de Patrimoni Històric y, por tanto, imposibilita que pueda derribarse para construir pisos. Pese a ello, esta es una opción, la de habilitar viviendas, que podría hacerse de acuerdo con el planeamiento actual.

«Si tuviéramos dinero podríamos plantearnos recuperarlo para equipamientos, pero no lo tenemos ni lo tendremos, por lo que creemos que antes que se caiga esta es la mejor solución», indica Pinedo. De hecho, en este mismo barrio el Ayuntamiento tiene otras propiedades que también necesitan una intervención muy costosa, como es el antiguo local de los Xiquets de Tarragona, en la calle Santa Anna.

Desde la Associació de Veïns de la Part Alta, Manel Rovira, apunta que «si consiguen venderlo ancha es Castilla. Es mejor esto y que haya alguien que lo mantenga arreglado que no que se caiga». Por su parte, el presidente de la Associació de Veïns del Carrer Merceria i Part Alta, Sergi Carrillo, asegura que «me sabe muy mal que se opte por una venta y que no se mantenga, cuando es un patrimonio que es de la ciudad». No obstante, Carrillo añade que «si la venta significa que se dignifica aquel espacio y toda aquella zona estamos de acuerdo».

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