El Ayuntamiento de Tarragona plantea que el nuevo POUM que ha empezado a elaborar prevea la cobertura de diferentes tramos de la autovía A-7 que permitirían mejorar la conectividad de diferentes barrios de la ciudad. Lo ha señalado el concejal de Territorio, Xavier Puig, después de la segunda reunión entre los partidos políticos para elaborar el nuevo documento de planificación territorial.
La sesión de este martes ha analizado aspectos de infraestructuras, movilidad y medio ambiente y Puig ha indicado que el consistorio defiende que se reserven terrenos para hacer dos entradas más a la ciudad desde la autopista AP-7. Una seria a la altura del acceso a la prisión de Mas d'Enric y una segunda a la altura de la Móra, que permitiría conectar AP-7 y A-7.
Puig ha destacado que la unión entre la AP-7 y la A-7 no supondría "ningún impacto en el territorio" y que el POUM tiene que reservar el espacio para poder hacer esta obra, si hay consenso con el Estado. Esta entrada también ha sido reivindicada desde hace tiempo por el Ayuntamiento de Altafulla. Respeto a la A-7, el concejal tarraconense ha indicado que se quiere "potenciar el carácter de ronda" para los trayectos urbanos de corta y media distancia, y que esto ayude a descongestionar el centro.
Respecto a otras infraestructuras, ha defendido que la T-11, la N-240 y la N-340 sean carreteras "con buenas aceras, carril bici y oferta tranviaria que conecte los barrios". A nivel ciclista, ha explicado que en la reunión han puesto encima la mesa un mapa que conecte carriles bici de Tarragona con el de otras localidades del Camp de Tarragona.
A nivel medioambiental, el consistorio apuesta por un POUM que prevea "la entrada de la anilla verde" y sirva "para conectar los barrios entre sí". También ha defendido que los ríos Francolí y Gaià "sean puntos de encuentro y no fronteras".
La segunda sesión de la redacción del nuevo POUM se ha titulado Tarragona capital i territori. El próximo 22 de febrero se hará una tercera sobre la caracterización demográfica de los barrios y para el 1 de marzo hay prevista una última que tratará del crecimiento urbano y la calidad de vida de la ciudadanía. Con todo, Puig no ha descartado que se puedan hacer más, si hace falta. También ha adelantado que habrá encontradas con entidades y colectivos para abrir el documento en otras miradas.
Críticas del PSC
Los socialistas han emitido un comunicado donde han lamentado "el monólogo del gobierno" en la reunión y han denunciado que el ejecutivo "quiera imponer su modelo urbanístico". "Ha estado en un clima de poco respeto, sin posibilidad de valorar las propuestas hechas desde el PSC para articular el debate y con una total carencia de espacio por un debate franco y con sentido institucional, algo que es básico para garantizar el éxito de este proceso", ha indicado la socialista Begoña Floria.
Por su parte, Puig ha agradecido el "tono constructivo" y las propuestas aportadas por todas las formaciones y se ha mostrado abierto al diálogo con todas las partes. A la vez, ha remarcado que la decisión final sobre las diferentes cuestiones que se planteen será del ejecutivo.