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Tarragona: «El río Francolí debería estar siempre así»

Las últimas lluvias dan aire y provocan que el agua que ha caído limpie la desembocadura y que arranque plantas invasoras. El Ayuntamiento, «a punto» de recibir el proyecto de renaturalización

07 noviembre 2024 19:51 | Actualizado a 08 noviembre 2024 07:00
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El río Francolí. Ese que la mayoría de tarraconenses están acostumbrados a ver bajar vacío a su paso por la ciudad de Tarragona, pero que el lunes se llenó a raíz de las lluvias por la DANA, y que en pocos días presenta, a pesar de los destrozos que ha habido, un aspecto que «debería ser el normal».

Así lo asegura el presidente de GETE-Ecologistes en Acció, Víctor Álvarez. Hace tiempo que su organización viene estudiando el esqueleto del río. Álvarez manifiesta que «lo que es importante es que las lluvias no solo han sido en Tarragona, sino que también se han producido en la cabecera, como Montblanc y Valls».

También ha habido lluvias en la cabecera del río, en Montblanc y Valls

Javier Sigró, que es investigador del Centre for Climate Change (C3) de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y experto en la cuestión, comenta que «como que el agua cayó muy rápidamente y con mucha intensidad, solo una pequeña parte se filtra y, por lo tanto, hay una crecida rápida y repentina».

Esas precipitaciones, que provocaron que el Francolí se saliera del cauce, permiten que haya un flujo más o menos constante de agua a lo largo de un cierto tiempo. «Estos días, lo que vemos es que el río ha ido ganando terreno a lo que sería el cauce empedrado que se hizo a principios de los años 2000».

«Cambiaremos la sinuosidad del río en su zona más baja para respetarlo más y tener un trazado más natural», Guillermo García, concejal de Medi Ambient

Ese empedrado se llevó a cabo después de las inundaciones de 1994. El consistorio decidió canalizar y arreglar los márgenes del río: se levantó un muro en el cauce y se ajardinaron los laterales. Sigró especifica que «al pasar por cemento, el agua baja más rápidamente».

«Esa instalación, efectuada sin una razón técnica ni ambiental, se pensó para las lluvias recurrentes que suceden cada década, pero no para fenómenos como la DANA, ya que este no ha sido el primero ni será el último», apunta Álvarez.

Esas precipitaciones, que provocaron que el Francolí se saliera del cauce, permiten que haya un flujo más o menos constante de agua

Por eso, el río se ha salido de esa zona a raíz de las últimas precipitaciones. En algunos puntos, hay hasta una cepa de dos metros de altura. De hecho, ha quedado al descubierto la antigua tubería por donde pasaban las aguas residuales, que está ubicada fuera del borde artificial del río.

En este sentido, el concejal de Medi Ambient, Guillermo García, informa que el consistorio ha estado analizando los daños que han provocado las lluvias: «No hay ninguno que sea significativo», expresa.

«El río reclama su espacio»

«Cuando pasan estas cosas, el Francolí reclama un espacio que realmente es suyo, ya que un río no necesita tan solo el cauce, sino que también requiere de zonas de inundabilidad para cuando suceden episodios de fuertes lluvias», mantiene Álvarez.

$!Las lluvias dejaron a la vista la antigua tubería de aguas residuales. Foto: Àngel Ullate

«Como está ahora es lo normal para la época en la que estamos, debería estar siempre así, lo que no era normal es que llevara tanto tiempo sin agua», añade.

La actuación que, en su momento, llevó a cabo el Ayuntamiento, marcó una línea recta para que el río siguiera su curso: «Idealmente, debería ser más sinuoso, hacer eses para que vaya calmándose, pierda fuerza e inercia, deposite sedimentos... Si es recto, baja con más velocidad y hace más daño».

«Como está ahora es lo normal para la época en la que estamos, debería estar siempre así», Víctor Álvarez, presidente de GETE-Ecologistes en Acció

Sobre esta cuestión, García anuncia que la concejalía está trabajando: «Cambiaremos la sinuosidad del río en su zona más baja para respetarlo más y tener un trazado más natural».

En esta línea está el proyecto de renaturalización, en el marco de la iniciativa Tarragona GreenBelt’26, que ha recibido 3,6 millones de los Fondos Next Generation. Al respecto, García indica que están «a punto» de recibir el documento con el proyecto final.

Especies invasoras

Además de estar seco en su desembocadura, hecho que ha provocado mortalidad de la fauna existente, el Francolí ha acumulado en esa zona una gran cantidad de residuos.

El Francolí ha acumulado en esa zona una gran cantidad de residuos

En palabras de Álvarez, «las lluvias que han caído también han permitido que haya una cierta limpieza, no solo de la suciedad, sino también de toda aquella flora que no es típica del río, como la caña americana».

Dichas plantas han sido arrancadas por la fuerza del río y ahora están atascadas en los puentes. «Estas cañas, que aparecen por la falta de un caudal mínimo, son perjudiciales para el estado ambiental, ya que no son plantas típicas de la zona», explica Álvarez.

«La situación ha mejorado porque, durante estos días, hay agua constantemente», Víctor Álvarez, presidente de GETE-Ecologistes en Acció

Es más, estas cañas tienen la culpa de los tapones que se producen en los puentes y que incrementan la posibilidad de que el agua se canalice por otras vías y pueda llegar a puntos urbanos.

Álvarez destaca que «después de esta DANA, la situación ha mejorado porque, durante estos días, hay agua constantemente; además, es la época en la que las crías de la anguila suben río arriba para crecer».

Las lluvias que han caído también han permitido que haya una cierta limpieza

De cara al futuro, recomienda tener «precaución por cómo se compaginan las necesidades del río con la urbanización y el crecimiento de la ciudad».

Sigró también puntualiza sobre el canal de La Móra: «Es un canal cementado por el que normalmente baja poca agua, pero no es capaz de absorberla toda cuando se producen precipitaciones muy intensas y, como la zona de los costados está muy urbanizada, la bajada es más rápida».

«Es un canal cementado que no es capaz de absorber todo el agua cuando se producen precipitaciones muy intensas», Javier Sigró, investigador del Centre for Climate Change (C3) de la URV

En el caso del Francolí, la zona por la que transcurre el río, que es más amplia, ha permitido que, con las lluvias que han caído, el agua no se saliera y pasara al tramo urbano.

En esta línea, los expertos consultados por el Diari coinciden en que el hecho de que el río transcurra por un tramo naturalizado y no por un canal de cemento reduce la velocidad a la que baja el agua.

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