Melchor, Gaspar y Baltasar llegaban a Valls ya por la mañana. Ya hace unos años que los tres Reyes Magos llegan pronto a la ciudad. Concretamente a las 10 de la mañana ya los recibía la alcaldesa de Valls, Dolors Farré, y diferentes niños y niñas les entregaban pan y sal como símbolo de hospitalidad. Farré les deseaba una feliz estancia en la ciudad, y les daba permiso para entrar a todas las casas para llevar los regalos a los niños y a las niñas.
Después de esto, como también ya viene siendo una tradición, montaron su campamento en los jardines exteriores de la sala Kursaal de Valls. Los más pequeños de la casa podían ir y visitar cómo trabajaban todos los pajes, además de los Reyes. Un acto que cada vez ha cogido más fuerza, y donde se concentran muchos niños y niñas que tienen curiosidad para ver cómo funciona todo.
A las seis de la tarde, como en casi todos los municipios, empezaba el recorrido de los tres Reyes Magos por las principales arterias de Valls. Arrancaban en el Passeig de l’Estació, donde la música, la batucada y las carrozas ya los esperaban para comenzar a desfilar. Así empezaba la cabalgata de Reyes de Valls que juntó a una gran comitiva para poder desfilar por las calles de la ciudad.
Todo terminaba con la entrega de las llaves por part de la alcaldesa de Valls a sus Majestades. Así podían empezar a repartir todos los regalos a los niños y las niñas de Valls. Pero antes, la cabalgata pasaba por la iglesia de Sant Joan de Valls donde los recibieron y celebraron la tradicional adoración del Niño Jesús. A partir de aquí, los Reyes se pasaron toda la noche repartiendo los regalos que todos los niños les habían pedido a través de sus cartas.
En los otros municipios, el ritual se repetía, como pasaba en Montblanc, donde los Reyes desfilaban por las principales calles, igual que en la L’Espluga de Francolí. De esta manera se llenaba de magia e ilusión y los niños deseaban poder saludar a su rey favorito esperando los regalos.
