A pesar de que el trato sobre la fiscalidad del Hard Rock ha sido lo que más polémica ha levantado del acuerdo entre ERC y el PSC, Tarragona tiene otras fichas sobre el tablero que también aparece en el documento de 25 páginas que republicanos y socialistas hicieron público durante la pasada semana.
Si bien el turismo y la industria, por su peso en la demarcación, tienen un papel importante, aparecen también factores clave como las infraestructuras, la movilidad ferroviaria y el medioambiente.
El acuerdo admite que «el Camp de Tarragona necesita proyectos empresariales sostenibles y que aporten calidad en los puestos de trabajo», motivo por el que, apunta, «es necesario hacer una apuesta por el turismo sostenible y responsable y por la descarbonización de la industria».
Por ese motivo, se acuerda «aprobar la modificación de la Llei del Consorci Recreatiu i Turístic (CRT) para elevar el tipo impositivo del juego vinculado a los casinos y volver al régimen de fiscalidad anterior».
De esta forma, se vuelve al régimen anterior para las actividades del juego, que seguirán gravándose en un 55 % y no en un 10 %, como se acordó cuando se aprobó la Llei del CRT hace una década.
En la línea empresarial, el pacto apuesta también por «apoyar los proyectos de descarbonización de la industria del Camp de Tarragona».
Esta apuesta contribuiría a otro de los puntos señalados en el acuerdo: «Continuar trabajando por una reindustrialización verde y justa que reparta del trabajo y el bienestar que el nuevo contexto climático pone en peligro», además de «desarrollar mecanismos de compensación y de readaptación para las personas trabajadoras».
Movilidad y trenes
En el ámbito ferroviario, el documento prevé «mantener el proyecto del TramCamp, que permitirá ofrecer un sistema de transporte público ferroviario en el área metropolitana de Tarragona».
Cabe recordar que la iniciativa se encuentra aún en medio de un debate, pues el Ayuntamiento de Salou y el sector del transporte han mostrado su oposición al planteamiento actual.
En este sentido, también se apuesta por «continuar con el estudio para poder implantar servicios ferroviarios en la Costa Brava, el Pirineu, la Catalunya Central y las Terres de l’Ebre» y por «continuar con la exigencia de la recuperación del servicio AVANT Tortosa-Barcelona».
El Govern también se compromete a «defender en corredor ferroviario de mercancías por el interior (Camp de Tarragona-Penedès) y a «mantener las políticas de bonificación de los peajes de la C16 y la C32» aprobados por el ejecutivo.
Por otra parte, se pacta «dar continuidad a la comisión técnica entre el Govern de la Generalitat y el Gobierno de España para definir el nuevo modelo de gestión aeroportuario», modelo en el que debe concretarse el rol que tendrá el aeropuerto de Reus.
En el capítulo de salud, se acuerda mantener las inversiones y calendarios de proyectos como el nuevo Hospital de Terres de l’Ebre y la renovación del Hospital Joan XXIII.
Los Comuns cierran la puerta
En el pacto entre el PSC y los Comuns, se acuerda «reducir los cruceros y cruceristas» tras elaborar un estudio sobre la carga turística, y «no facilitar proyectos como el macrocasino del Hard Rock».
Además, pone de manifiesto que debe ponerse en marcha «el tren-tram del Camp de Tarragona en esta legislatura». Dicho acuerdo también habla sobre aspectos como la vivienda, la sanidad, la transición ecológica, el autogobierno y el feminismo.