El crecimiento urbanístico ha disminuido la biodiversidad en entornos urbanos, con consecuencias tanto para la salud humana como para el equilibrio de los ecosistemas. Para aportar su granito de arena en la mitigación de estos efectos, la Universitat Rovira i Virgili (URV) apostó hace siete años por la instalación del Jardín de las Mariposas en el campus Sescelades, un espacio de aproximadamente 200 metros cuadrados, diseñado con plantas seleccionadas para garantizar la presencia de flores durante casi todo el año y con el objetivo de favorecer la biodiversidad.
Esta iniciativa permitió a un equipo investigador y docente de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología de la URV desarrollar un proyecto educativo que se lleva a cabo anualmente con estudiantes de Educación Primaria en torno al jardín.
Ahora, tras analizar el impacto de esta acción, han comprobado que tiene un efecto muy positivo en la formación y desarrollo de habilidades en educación ambiental de los futuros maestros, preparándolos para sensibilizar a los niños sobre la importancia de preservar los ecosistemas urbanos.
Metodología y aprendizaje
Maite Novo, investigadora y profesora de ciencias experimentales en la Facultad de Educación, explica que “a partir de una metodología de aprendizaje basada en proyectos, los estudiantes diseñan actividades didácticas en torno al Jardín de las Mariposas y las ponen en práctica en la feria de ciencias que organizan para escuelas de primaria una vez al año”.
El equipo de Maite Novo ya era consciente de que la iniciativa estaba dando muy buenos resultados, pero quisieron llevar a cabo un estudio para obtener evidencias y datos objetivos sobre su impacto en los estudiantes del grado en Educación Primaria. Los resultados han sido publicados en la revista científica Sustainability.
Resultados del estudio
Maite Novo explica que “hemos comprobado cómo un proyecto educativo basado en el aprendizaje por proyectos puede influir en la percepción de los estudiantes de magisterio sobre la biodiversidad y su voluntad de integrar la educación ambiental en sus futuras clases”.

Durante cinco semanas, 86 estudiantes de segundo curso del grado en Educación Primaria trabajaron bajo esta metodología y se les planteó el reto de diseñar actividades educativas sobre biodiversidad para la feria de ciencias anual dirigida a escolares. “Este enfoque pedagógico les permitió fomentar el aprendizaje activo a través de la resolución de problemas reales”, afirma Novo.
La Unitat de Medi Ambient de la URV impartió talleres sobre los efectos de la urbanización en la biodiversidad y explicó el concepto de jardines de mariposas como una solución para mejorar la presencia de insectos polinizadores en las ciudades. Además, los docentes de la facultad les enseñaron a estructurar actividades de educación ambiental y a elaborar propuestas adaptadas a distintos niveles educativos.