La Empresa Municipal Mixta d’Aigües de Tarragona incorporará 110 nuevos sensores al sistema de control para detectar escapes. El despliegue se realizará en las redes municipales de abastecimiento de agua gestionadas por la compañía en los municipios de Tarragona, la Canonja, els Pallaresos y el Catllar.
El presidente de la compañía, Rubén Viñuales, destaca que «la situación actual de sequía y estrés hídrico nos pide esfuerzos en toda la población para preservar el agua y esto implica hacer el uso más eficiente posible».
La tarea preventiva se lleva a cabo de manera permanente durante todo el año y durante las 24 h, los nuevos sensores ampliarán la capacidad de detección. Ematsa cuenta con un rendimiento hidráulico de la red del 85%, la media catalana se sitúa en el 78%.
Los nuevos sensores basan su funcionamiento en la detección de manera remota del ruido que produce la salida de agua cuando hay escapes a las cañerías de abastecimiento. Estos se comunicarán con el centro de control desde donde se registrarán los datos que permitirán verificar y reparar el punto de la red donde se han detectado las pérdidas.
Además, la información recogida también será tratada con herramientas de análisis de inteligencia artificial para detectar patrones anómalos que faciliten la detección de fraudes.
Estos nuevos elementos se añaden al sistema de control ya en funcionamiento para la detección de escapes. La compañía de aguas cuenta con 30 estaciones remotas que controlan la presión y el volumen de agua en la red.
Además, dispone de un equipo de búsqueda escapes que hacen campañas intensivas con aparatos móviles en los 97 sectores hidráulicos en que están divididas las redes municipales. Este elevado grado de sectorización es otra herramienta que la compañía ha puesto en marcha recientemente para hacer más eficientes las campañas de búsqueda de escapes y fraudes.
Junto con las campañas constantes de detección de escapes, también se llevan a cabo tareas de renovación de red. Así, durante el 2023, se renovaron completamente más de dos kilómetros en tramos de entre 200 y 400 metros que han supuesto un coste aproximado de un millón de euros.