Solo cosas buenas en el edificio

Si ustedes son amantes de las series habrán oído mencionar Only Murders in the Building de la plataforma Disney+. Si no lo son, sabrán quién es Meryl Streep, Martin Short, Steve Martin o Selena Gómez. Solo asesinatos en el edificio sigue los pasos de tres extraños, vecinos del mismo edificio en Nueva York, que comparten una obsesión: los crímenes reales. La cosa se complica cuando ellos mismos se ven envueltos en uno, tras la misteriosa muerte de un vecino en su edificio de Nueva York. En este trío tendrá un papel relevante Mabel, una joven ilustradora interpretada por Selena Gómez. Sí, sí. Ilustradora. Y aquí es donde llegó la sorpresa, pues Disney, tras ver el trabajo de Laura Pérez para los créditos, le dio una nueva tarea: convertirse en las manos de Mabel. El resto es historia. Y su portada para el Diari, una magnífica ocasión de charlar con ella. «Cuando el Diari me propuso trabajar para este extra de la Bona Gent me encantó la idea», nos comenta Laura, y añade: «aprecio mucho la libertad para crear que me ofrecen desde el Diari y por eso ni me lo pensé». Le preguntamos por el uso del color negro tanto en sus novelas gráficas como en las colaboraciones como la que ha hecho con el Diari. «El color negro es la noche, y yo hablo de la noche como una metáfora para todo lo que se nos escapa». Imaginamos que le pueden estar lloviendo los encargos, pero Laura insiste, «solo cojo los encargos con los que siento una afinidad». Y por qué el Diari, le preguntamos, «ya había trabajado en otras ocasiones con el Diari y siempre me habían dado una libertad total. No quiero convertirme en mano de obra. Y con el Diari nunca es así, y acaban siendo de mis trabajos preferidos. Me dejan volar y eso es maravilloso». Laura Pérez se dedica básicamente a la novela gráfica. Ya lleva publicados cinco títulos. Nocturnos, Espanto, Tótem, Ocultos y Náufragos. Colabora también con National Geographic, The Wall Street Journal o Vanity Fair. Está viviendo su gran momento. «Mira, cuando se le pone amor a un trabajo, eso trasciende, y cuando no hay amor, también trasciende. Por eso vamos a los museos, porque las imágenes nos emocionan, porque alguien las ha hecho con amor. Si no, el resultado es anecdótico. Cuando las cosas se hacen de verdad, eso trasciende, y cuando se hacen por interes económico, también. Y por eso digo que los trabajos con el Diari son de los más bonitos, por esa libertad que me dan y esa confianza que se genera. Lo mismo me sucede con los comics. Trabajo dándolo todo. La verdad es que me siento muy afortunada».