La cultura popular ha llegador a su punto más álgido con la Cercavila de Santa Tecla, la primera ocasión en la que todos los elementos del Seguici Popular han salido juntos a las calles en esta edición. Los nervios entre los representantes de las entidades estaban a flor de piel minutos antes de salir, así lo explicaba, por ejemplo, Laura Sendra, cap de colla de los Nanos Vells, quien declaraba también que «tenían ganas de hacerlo lo mejor que podían», sobre todo para los niños y niñas, su público principal. Desde la Mulassa, han definido las sensaciones previas como «enérgicas y alegres», su representante, Bianca García, recordaba que el 2023 no pudieron celebrar al completo las fiestas y hacía patente «las ganas de celebrar los actos centrales con buen tiempo».
Como siempre, al frente han estado el Ball de Diables de Tarragona, ahora sí, luciendo sus nuevos vestidos y con la energía de muchos días previos celebrando su 40 aniversario. No eran la única entidad que estaba de festejo, sus compañeros del Serrallo, los Diables Voramar, conmemoran este año los 30 años de la Víbria, elemento que portan en el Seguici. Por este motivo también renovaron su vestuario y lo han sacado a lucir en este día tan marcado. El cap de colla de la bestia, manifestaba que «es todo un orgullo estrenar los nuevos trajes en su casa y con un ambiente tan especial». Las entidades de fuego han ido marchando una a una, dejando a su paso un rastro de humo y gritos entre los más pequeños.
Después del Ball d’en Serrallonga, ha llegado el turno del resto del Bestiari, liderados por el Àliga, aun de resaca de su masiva celebración de la Baixada. Esta vez, ha dejado atrás sus proclamas antifascistas y ha añadido a su atuendo la clásica paloma que porta en la boca. Sus compañeros en la noche del 21 le han seguido, todos ellos luciendo un atuendo de gala y dejando a un lado la sátira. Con mayor espacio, la Mulassa ha podido hacer sus embestidas con más tranquilidad.
El resto de elementos, conformados por las tres parejas de gegants, las dos formaciones de nanos y los balls parlats, han seguido su recorrido ante unas calles llenas de gente emocionada, con los más pequeños en primera fila, ilusionados por ver a sus entidades favoritas. Algunos de los que iban a la cola también han salido con un vestuario renovado, el Ball de Cercolets es uno de ellos. Su cap de ball, Judit Guasch, explica que «le han querido dar una nueva imagen para que luzcan mejor».
Así ha sucedido este recorrido que dura más de una hora, hasta su regreso a la plaza de la Font, donde han ofrecido una Tanda de Lluiment, dejando en las calles un ambiente festivo para los días más importantes de las fiestas.