Rubén Viñuales confirmó este pasado jueves lo que era un secreto a voces desde hacía tiempo: se presentará a las primarias para ser el alcaldable del PSC de cara a las Elecciones Municipales de 2023. La formación socialista inicia esta próxima semana el proceso interno para llevar a cabo su mayor reto a nivel municipal del siglo XXI, como es el de designar al sucesor de un Josep Fèlix Ballesteros que ha sido el único candidato en la Plaça de la Font desde 2003. Antes, aún en el siglo XX, el ‘1’ del PSC había sido Xavier Sabaté en 1999. De eso ya hace 23 años.
Fuentes de la dirección local confirman al Diari que, en la reunión de esta pasada semana, el actual diputado en el Parlament de Catalunya expuso que se siente con fuerzas para «liderar un proyecto ganador», que sirva para que «Tarragona recupere la ilusión, el empuje y el liderazo que ha perdido con Pau Ricomà». Otras fuentes recalcan que la idea de Viñuales es comandar una apuesta «posibilista, positiva y de no confrontación». Este periódico intentó hablar con el propio Viñuales, quien declinó realizar manifestaciones públicas porque prefiere «respetar los tempos que requiere el proceso».
¿Decisión en dos semanas?
El proceso para relevar a Ballesteros se iniciará a finales de esta semana, cuando se abrirá el periodo para presentar las candidaturas, y será durante la siguiente cuando los aspirantes deberán reunir los avales necesarios –unos setenta– para confirmar su acreditación. A partir de aquí, si solo hay una candidatura se convocará una asamblea extraordinaria para dentro de 12 días: el 20 de mayo. Ese viernes, el candidato sería proclamado alcaldable en un encuentro en el que se trabaja para que esté presente el Primer Secretari del PSC, Salvador Illa, ya que tanto ese día como el siguiente se reunirá en la ciudad de Tarragona el Govern Alternatiu, del que precisamente forma parte Viñuales como responsable del área de Justícia.
Por el contrario, si hubiera más de un aspirante el proceso se alargaría unas semanas más porque se abriría un proceso de campaña interna entre los candidatos. De hecho, a día de hoy esta es la gran incógnita: saber si el heredero de la mayor figura socialista de las dos últimas décadas, con doce años en la alcaldía de Ballesteros, será escogido por consenso de la agrupación local o sí, por el contrario, habrá una opción alternativa.
Contacto con el grupo municipal
Paralelamente al proceso de primarias, Viñuales lleva semanas en contacto permanente con el grupo municipal del Ayuntamiento, una institución de la que él mismo formó parte durante cinco años y medio como portavoz de Ciutadans, y en la que su relación con el PSC fue claramente de menos a más, aprobando de hecho el último presupuesto con Josep Fèlix Ballesteros en la alcaldía.
Posteriormente, ya durante el presente mandato en la Plaça de la Font con Ricomà en la alcaldía y los socialistas en la oposición, Viñuales dejó Ciutadans en 2020, dimitió como concejal y fue el número ‘2’ de Rosa Maria Ibarra en la lista del PSC para las elecciones al Parlament de 2021.
Pese a ello, el ahora diputado en el Parc de la Ciutadella no ha desconectado de la actualidad de Tarragona y mantiene vínculos en el día a día de la Plaça de la Font. Berni Álvarez se ha convertido en su persona de máxima confianza y todo parece indicar que ocupará un puesto destacado en la candidatura, en caso de que esta sea liderada por el ex de Ciutadans. Asimismo, el otro gran apoyo de Viñuales en la ciudad es Nacho García, quien ejerce como jefe de gabinete del subdelegado del Gobierno Central –Joan Sabaté– y que es el Secretario de Política Municipal de la agrupación local. Además, durante las últimas semanas ha capitaneado el proceso participativo para configurar un programa electoral que, en pocos días, se sabrá quien lo liderará en la batalla de 2023.