El dueño de un bar de Tarragona recibió la llamada de su banco para comunicarle que alguien estaba realizando compras –hasta un total de 26– con sus dos tarjetas.
El hombre comprobó que los ladrones habían forzado su establecimiento, de donde se llevaron dinero y dichas tarjetas.
A las dos y media de la madrugada del miércoles de la semana pasada, el hombre cerró su bar. Entre esta hora y las siete y media de la mañana –cuando se hizo la primera compra– los ladrones entraron en el local. Desencajaron la puerta principal y rompieron el cristal. Una vez dentro lo registraron. Se llevaron mil euros y las dos tarjetas.
No fue hasta las diez y media de la mañana, tras recibir la llamada de su banco, cuando se percató de los hechos y procedió a anular las tarjetasSin embargo, durante tres horas los delincuentes realizaron 26 compras –de tabaco, mochila, ropa, gafas, etc–, siempre por importe inferior a los 20 euros ya que así no es necesario poner el número secreto.
Al día siguiente, una patrulla de los Mossos d’Esquadra localizó a dos mujeres en la calle Reial, un lugar cercano a donde se habían realizado las compras. Al ser registradas, una de ellas llevaba una de las tarjetas, por lo que se procedió a su detención por un delito de robo con fuerza y estafa. Las arrestadas son españolas de 40 y 41 años de edad.
La primera carece de antecedentes y la segunda tiene tres. Al comprobar las cámaras de seguridad de los establecimientos de las compras se vio que había otra mujer. La sospechosa fue detenida al día siguiente. Tiene 36 años, también es vecina de Tarragona y había sido ya arrestada en seis ocasiones.
