El socialista Alberto Bondesio y la juntaire Noemí Nieto son los dos diputados tarraconenses en el Parlament de Catalunya que cuentan con más patrimonio. Por contra, los socialistas Christian Soriano e Ivana Martínez se encuentran en el otro lado de la balanza, con un poder adquisitivo más humilde.
Así se pone de relieve en la declaración de bienes que la cámara legislativa ha hecho pública esta semana, en la que se evidencia que 17 de los 21 representantes con raíces tarraconenses del Parc de la Ciutadella cuentan con inmuebles a su nombre. Especialmente significativa es la situación del reusense Bondesio, que entre su patrimonio inmueble se aprecian 11 propiedades a su nombre con un poder que va desde el 8% al 50% de titularidad entre viviendas, garajes y fincas rústicas. El ‘2’ de Rosa Maria Ibarra tiene, además, unos 165.000 euros entre cuentas corrientes y productos bancarios, con una hipoteca pendiente de 71.000 euros.
Solvente es también la situación de Noemí Nieto, de Junts per Catalunya. La nueva diputada, hasta ahora gerente del Pius Hospital de Valls, tiene entre un 50% y un 100% de propiedad de tres viviendas y dos parkings, que suman un valor global de más de 750.000 euros. En el documento se aprecia que el saldo medio de sus cuentas corrientes es de 13.000 euros, con 100.000 pendientes de amortizar en préstamos hipotecarios.
En general, situación cómoda
Lo cierto es que la mayoría de representantes con orígenes en la demarcación de Tarragona tiene unas cuentas saneadas. Lorena Roldán (PP), por ejemplo, tiene el 100% de propiedad de una vivienda, un garaje y otros inmuebles urbanos por un valor de unos 250.000 euros, con 94.000 euros en cuentas corrientes y productos bancarios y 158.000 pendientes por pagar. Su jefe de filas, Alejandro Fernández, suma un valor de 113.000 euros entre sus cinco propiedades, con unos 30.000 euros en cuentas.
Entre los cabezas de lista por Tarragona el pasado 12 de mayo la situación es bastante cómoda. Rosa Maria Ibarra (PSC) tiene dos viviendas que suman un valor de 117.000 euros, con 53.000 en un plan de pensiones, dos vehículos y una deuda bancaria de 50.000 euros.
Mònica Sales (Junts) tiene propiedades valoradas en unos 245.000 euros y unos 14.000 euros de media en cuentas corrientes, con una deuda de 172.000 euros. El vallense Albert Batet –que el 12M concurrió en la lista por Barcelona de Junts– declara 30.000 euros en cuentas corrientes y un Mercedes.
En Esquerra, Raquel Sans –ahora vicepresidenta primera del Parlament– cuenta con dos viviendas y unos 5.700 euros en cuentas, mientras que Pere Lluís Huguet (PP) alberga dos inmuebles que suman unos 213.000 euros, además de otros 38.000 euros en cuentas y 76.000 en un plan de pensiones. Asimismo, en Vox Sergio Macián tiene 3 propiedades y un garaje que ascienden a 284.000 euros, con una deuda de 119.000, mientras que Laia Estrada (CUP) es propietaria de un piso valorado en 163.000 euros, con 25.000 en una cuenta y una deuda hipotecaria de 92.000.
Por contra, la otra cara de la moneda de la economía son dos políticos del PSC: Ivana Martínez y Christian Soriano, que no tienen inmuebles a su nombre. La primera declara 3.800 euros en cuentas corrientes, con 866 euros en un plan de pensiones y un vehículo Dacia Sandero, mientras que Soriano gestiona unos 6.000 euros y es propietario de un Volkswagen T-cross. La cara y la cruz, pues, en el pistoletazo de salida de una legislatura en cuyo horizonte empiezan a vislumbrarse nubarrones en forma de nuevas elecciones el próximo 13 de octubre.