La llegada de las empresas de patinetes eléctricos de alquiler y del proyecto Tarragona Ciutat 30 a finales de 202 y la construcción de un nuevo carril bici han ido acompañadas de la apertura de tres tiendas dedicadas a la venta y reparación de estos vehículos de movilidad sostenible. Se trata, por lo tanto, de un sector al alza en la ciudad, pues los tres negocios empezaron su andadura el año pasado, y uno de ellos ultima la apertura de un nuevo local.
Todo esto no hace más que confirmar que la sociedad está cada vez más concienciada en la importancia de los sistemas de movilidad verde, los cuales han llegado para quedarse. Eso sí, para que tengan éxito se deben implantar de forma correcta y ordenada. Por ello, algunos de los propietarios de estas nuevas tiendas piden tener una relación cercana con el Ayuntamiento para poder trasladar las quejas y propuestas tanto suyas como de los propios usuarios, con los que tratan a diario, para mejorar las normativas y las prácticas de los patinetes eléctricos y conseguir una buena convivencia con el resto de peatones y vehículos que circulan por Tarragona.
David Jiménez, propietario de Ebroh TGN, situada en la calle Manuel de Falla número 8, es uno de los que pide esta cooperación con el consistorio. «Desde el Ayuntamiento tienen que tirar de nosotros cuando hacen nuevas normativas, que cuenten con nosotros para trasladarles nuestras inquietudes y las de nuestros clientes», señala el propietario de Ebroh, que ejemplifica que una buena medida seria que todos sus clientes tuvieran que leer o firmar un documento en el que se explicaran las principales normas para circular por la ciudad.
En Ebroh TGN venden desde bicis y motos eléctricas hasta patinetes y los llamados ‘cuatroletes’, una scooters con silla y cesta para gente mayor y con movilidad reducida. De hecho, son ellos quienes ultiman la apertura de otra tienda en la calle Governador González que, según cuenta Jiménez, estará dedicada mayoritariamente a estos vehículos para la gente mayor.
Quién también defiende la necesidad de una comunicación más fluida con el consistorio es Roberta Angelica Mihaescu, propietaria de la tienda Monopatinshop, ubicada en la Rambla Nova, 8. Mihaescu subió la persiana en octubre y comenta que antes de haber abierto la ciudad a los patinetes eléctricos y de haber hecho normativas, «se deberían haber preparado las calles, que están en mal estado». Así, cree que hacen falta más tramos de carril bici por toda la ciudad. Con todo, señala que «nosotros nos preocupamos por los usuarios y por su seguridad, así que una colaboración con el Ayuntamiento podría servir para informar mejor a nuestros clientes sobre como se debe circular por la ciudad y que conocieran las normativas actuales». Finalmente, Mihaescu se posicionaba totalmente a favor de la obligatoriedad de usar casco al conducir un patinete eléctrico y, de la misma forma que hace Jiménez, explica que en muchas ocasiones lo regala con la compra de un vehículo.
La tercera tienda que existe actualmente en la ciudad es Patinete Eléctrico Tarragona. Uno de sus trabajadores, Jaume G. T, explica que fue antes de verano cuando abrieron su primer local en la calle Francesc Bastos, pero rápidamente les quedó pequeño y a los tres meses se trasladaron a la avenida Ramón y Cajal.