Durante el primer semestre del año que viene el proyecto de Porta Tarraco (que pretende ser, como su nombre lo indica, la puerta de entrada para los turistas que se acercan a conocer el pasado romano de la ciudad) estará por fin en marcha.
Así lo confirma en concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo, después de que el proyecto haya tenido que sortear innumerables obstáculos desde que se consiguiera una subvención para llevarlo a acabo en 2019.
La noticia, a pocos días de que acabe el año, es que el Ayuntamiento de Tarragona finalmente no perderá toda la financiación que la Generalitat aporta para el proyecto porque se conseguirá cumplir con los plazos.
Valga recordar que el proyecto, que contempla actuaciones en tres espacios diferenciados, tenía un presupuesto inicial de 600.000 euros de los cuales la mitad; 300.000, los pagaba la administración catalana y los otros 300.000 el Ayuntamiento de Tarragona.
Caseta del Camp de Mart
Uno de los escollos era la transformación de uno de los espacios, el de la caseta en desuso del Camp de Mart, justo delante de la zona donde se encuentra el aparcamiento de autobuses. La intención era levantar aquí un espacio de recepción y descanso con cafetería, máquinas expendedoras y, sobre todo baños públicos; una carencia histórica en la ciudad.
Los trabajos, no obstante, no se han realizado porque el concurso público para licitar las obras se ha quedado desierto en tres oportunidades por falta de empresas interesadas, algo que Pinedo achaca al aumento de precios que han ido experimentando los materiales.
En vista de que ya no daba tiempo de volver a sacarlo a licitación y a ejecutar los trabajos, la decisión que se ha tomado ha sido renunciar a la parte que aportaba la Generalitat para esta parte del proyecto (100.000 euros) y seguir adelante con una transformación mucho menos ambiciosa contando solo con la parte proporcional que ponía el Ayuntamiento: otros 100.000 euros.
Apunta el responsable de patrimonio que la solución pasará por la adecuación de la caseta actual que comenzará a abrirse puntualmente. Para los baños ahora se explora la opción de colocar contenedores reciclados.
Los trabajos, al ser de menos importe y no implicar obras, se harán por la vía de contratos menores por lo que no volverán a salir a licitación.
Así pues, finalmente el municipio invertirá los mismos 300.000 euros pautados inicialmente en el proyecto y la Generalitat 200.000.
La Antiga Audiència, en enero
La segunda pata del proyecto es la remodelación integral de la planta baja del edificio de la Antiga Audiència para albergar la oficina de información turística conjunta de la Generalitat y el Ayuntamientos.
En este caso los trabajos estarán acabados en enero de 2023. Ya se ha cambiado el suelo y la climatización y se instalarán pantallas informativas. La idea es conseguir un espacio amable, declara Pinedo, quien apunta además que se tirará un muro para conseguir que la zona quede conectada con la Torre Romana dels Advocats. Con ello se ganará en amplitud a la par que «se entenderá mejor que estás dentro de una parte importante del Fórum Provincial».
La atención al público se hará en la zona donde se encontraba en los últimos años la maqueta de Tarraco. Esta última se instalará definitivamente en la Volta del Pallol.
Cuando se acaben las obras y se instale el mobiliario, también se podrá llevar a cabo la permuta por medio de la cual el personal de cultura, que actualmente trabaja en la Antiga Audiència se mudará al Antic Ajuntament. El personal de turismo, que ahora está en el edificio del Carrer Major, se trasladará a la Antiga Audiència.
El audiovisual ya está listo
No obstante la auténtica joya de la corona del Porta Tàrraco es el tercer espacio, el antiguo convento intramuros de Sant Domènec y su beaterio. El conjunto es popularmente conocido como Volta del Pallol, debido a la bóveda (volta) medieval que hay anexa al edificio.
Pinedo reconoce la dificultad en este espacio se encuentra en que «no solo es una actuación en la volta del Pallol, sino que está supeditada a una actuación en Ca l’Agapito que depende de otra subvención del gobierno central por el 1,5% cultural. Son 1,2 millones de euros que implica garantizar la estabilidad estructural del edificio, generar un nuevo esqueleto para que no se derrumbe que es lo que se está haciendo... Como es lógico, no hemos podido entrar en la volta hasta que los trabajos en Ca l’Agapito sean seguros porque la bóveda romana esta dentro del edificio y hemos tenido que asegurarlo primero... Y Ca l’Agapito también sufrió retrasos el año pasado por el incremento coste de los materiales».
No obstante la reapertura del espacio debería producirse, ahora sí, en el primer semestre del año que viene, lo que indica que estaría en funcionamiento en verano.
En esta zona los visitantes vivirán una experiencia inmersiva para tener una primera visión de cómo era y cómo funcionaba la ciudad hace 2.000 años. Para ello se servirán de un vídeo acompañado de un mapping aprovechando la bóveda. Aquí también se dará utilidad a la maqueta actual que se irá iluminando por zonas.
La visita tendrá un aforo para 30 personas y durará de unos 18 a 20 minutos. Se podrá hacer en catalán, castellano, inglés o francés y ofrecerá una idea del patrimonio que se puede visitar en la ciudad.
Para entrar a este espacio habrá que comprar una entrada cuyo precio todavía deberá definirse al ser un precio público. No obstante, la intención es que al inicio, y durante un tiempo, sea gratuito para que puedan conocerlo los tarraconenses.
El material audiovisual ya está listo a falta de limar pequeños detalles y á tecnología necesaria ya está instalada dentro de la Volta. Pinedo, que ya ha asistido a las primeras pruebas, asegura que se tratará de una experiencia «inmersiva y completamente novedosa».
