El alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, ha paralizado el proceso de adjudicación de la concesión administrativa para el uso como actividad de restauración de la finca número 2.214 y parte de la 315, que corresponde a Mas Rosselló, situada en el Passeig Marítim, Rafael de Casanovas. Un grupo de vecinos ha presentado alegaciones en contra de dicha concesión dentro del plazo de información pública, que terminaba el pasado lunes.
Ante este contratiempo, Viñuales firmó el mismo lunes un decreto suspendiendo provisionalmente el proceso de licitación hasta que el órgano competente para la adjudicación de dicha concesión resuelva las alegaciones planteadas.
La superficie afectada por la concesión de restauración es de 3.600 metros cuadrados, calificados como de equipamiento y zona verde. Hay tres niveles: planta baja, incluye dos salas, un recibidor, cocina, office, porche, dos almacenes, una bodega y el jardín-terraza; la planta superior, con un espacio diáfano, dos terrazas –una de ellas cubierta– y un jardín terraza, y finalmente la segunda planta, con una torreta y la cubierta. Se pretende fomentar la ocupación de este espacio para que no quede abandonado y disponga de cierto control y vigilancia, así como el mantenimiento del mobiliario y la vegetación existente.
El tiempo de vigencia de la adjudicación es de 20 años –aquí se incluyen los plazos correspondientes a la redacción del proyecto ejecutivo de obras y a la ejecución de las mismas– y el presupuesto base de licitación es de 77.244 euros mensuales, con lo que el valor estimado del contrato es de 1.544.880 euros, mejorable al alza –no se aceptarán proposiciones por debajo de este importe–.
En el contrato se incluye que la rehabilitación del edificio irá a cargo del concesionario. En cambio, no se encargará del mantenimiento y limpieza del entorno boscoso del restaurante.