Tras el llenazo de la Lliga Catalana ACB, en menos de diez días se espera que el Palau d’Esports cuente con máxima actividad a diario con los más de 300 deportistas que entrenarán de lunes a viernes en el flamante pabellón del Anillo Mediterráneo de Campclar. El recinto, que supuso una inversión del Govern de 18,4 millones de euros y que está gestionado por el Ayuntamiento desde primavera, tiene capacidad para albergar a casi 5.000 espectadores y ya ha demostrado ofrecer garantías para acoger eventos del máximo nivel deportivo.
La apertura del complejo a los clubes –prevista para este próximo 3 de octubre– genera grandes expectativas, tanto a las entidades como al sector económico, que ven su puesta en marcha como una oportunidad para impulsar el turismo deportivo. «Es un espacio que puede suponer un incremento de eventos de primera línea que será muy positivo para rentabilizar la inversión realizada y para nuestro sector», indica el nuevo presidente de la Associació d’Apartaments i Hostels de la ciudad, Jordi Vilar. Por su parte, el presidente de la Associació d’Hostaleria, Javier Escribano, se expresa igual, si bien recalca que «es necesario que la gente que venga duerma en Tarragona y no en Salou, ya que de lo contrario tendrá poca repercusión».
¿’Palau Barris de Ponent’?
En el sector deportivo hay gran expectación con el nuevo espacio. «Si en 1990 la apertura del pequeño pabellón de Sant Pere i Sant Pau ya suposo un gran éxito para la progresión del voleibol en el barrio, estoy seguro de que el Palau será un hito histórico para el deporte de la ciudad», indica el presidente del Volei Sant Pere i Sant Pau, Alfonso Periáñez.
Desde el ADT, su presidente –Robert Hernández– es contundente: «Debería llamarse Palau d’Esports Barris de Ponent. Hace muchos años que reclamamos que la instalación deportiva de referencia estuviera entre las carreteras de Tarragona-Reus-Valls-Salou y se ha demostrado como un grandísimo acierto», indica.
Jacint Rodríguez, presidente del CBT, avala las garantías del recinto, destacando que «se ha verificado que el territorio está dispuesto a llenarlo». Por ello, ahora reclama «que los clubes tengamos el apoyo necesario para poderlo llenar cada fin de semana logrando los ascensos de categoría que necesitamos para ofrecer un espectáculo como el que hemos visto estos días». Finalmente, Josep Maria Adam (TGN Bàsquet) cree que el complejo «es más bonito que funcional», ya que pese a que «la puesta en marcha se ha superado con buena nota», lo cierto es que «el diseño de la instalación no ha tenido en cuenta aspectos como las cortinas de separación o las canastas sujetas en el techo». La cara y la cruz a las puertas de la reapertura más social.