La decepción por el fiasco del proyecto del Banco de España con los fondos europeos comportará un final de mandato con división en el gobierno municipal del Ayuntamiento de Tarragona (ERC-Junts per Tarragona-CUP). Tras no lograr los 3,2 millones de euros solicitados en la convocatoria de las subvenciones Next Generation –que debían cubrir el 44% de los 7,4 millones que costará la reforma del inmueble de la Rambla Nova para convertirlo en el Banc de la Ciència i el Coneixement–, ahora los socios del alcalde Pau Ricomà (ERC) tensan la cuerda y piden la disolución del organismo municipal que gestiona el proyecto, la Fundació Tarragona Cultura i Coneixement, en la línea de lo que ya puso sobre la mesa hace meses el viceinterventor tras detectar «inactividad» en el ente.
«Teniendo en cuenta los antecedentes de esta fundación y los resultados que históricamente ha tenido para la ciudad, no hay otra alternativa que la disolución, como ya dijimos hace tiempo», indica el portavoz de Junts per Tarragona, Dídac Nadal, en declaraciones al Diari. Por su parte, Eva Miguel (CUP) se expresa en la misma línea. «Consideramos que la fundación no tiene razón de ser, es una rémora más de la etapa del PSC», afirma la edil cupaire, quien ahora también pide una consulta ciudadana para decidir el futuro del equipamiento.
En Comú Podem y Ciutadans también se unen a la petición para liquidar el organismo municipal. «Nadie duda de Tarragona Impulsa, nadie duda del trabajo del IMET o nadie duda para qué sirve la EMT, pero con esta fundación no ocurre lo mismo. Es un ente polémico que se ha demostrado incapaz de conseguir un solo éxito por la ciudad», afirma Àngels Pérez, de los Comuns, mientras que Lorena de la Fuente (Cs) resalta que «siempre hemos pedido su disolución por su inactividad, ya que no cumple con su objeto social».
En un duro informe, el interventor destacó recientemente que, en 2021, este ente municipal «no efectuó ninguna actividad para desarrollar su objeto social» y observa «graves déficits» de gestión. Por ello, recomienda «disolver y liquidar» el organismo público «si no es posible cumplir con sus finalidades de manera eficiente».
ERC y PSC quieren mantenerla
Pese a las críticas de los socios de gobierno y de los partidos de la oposición, el concejal de Serveis Generals y director de la fundación, Jordi Fortuny (ERC), descarta liquidar el ente. «Todo el trabajo de la Fundació se ha realizado en colaboración con los Institutos de Investigación implicados en el proyecto del Banc de la Ciència i el Coneixement (IPHES, ICAC, ICIQ, Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y la propia URV). La denegación provisional del Next Generation no pone el punto y final ni al trabajo de la fundación ni a la colaboración con los institutos. El primer paso es presentar alegaciones y, de confirmarse la denegación, buscar fórmulas alternativas de financiación externa», afirma el también primer teniente de alcalde.
Los patrones de la Fundació son, aparte del Ayuntamiento de Tarragona, el consistorio de Reus, la URV, Agbar y Repsol. Desde esta fundación se han coordinado las tareas para la redacción del proyecto ejecutivo del Banc de la Ciència, así como los trabajos previos para el Informe de sostenibilidad financiera del proyecto. De la mano de la Fundació Catalunya La Pedrera, también se ha trabajado en el anteproyecto del contenido museístico y divulgativo del nuevo Banco de España.
Paralelamente, Fortuny destaca que «la misión de la Fundació va más allá del Banc de la Ciència, y queremos seguir impulsando y apoyando los proyectos culturales y científicos de la ciudad, tejiendo redes con la URV, los institutos de investigación de la ciudad y los patrones de la fundación».
La Fundación también se ha implicado en la Plataforma del Hidrógeno Verde Catalunya Sud y, en el apartado de divulgación, organizó en diciembre el Premio Sostenibilidad, Transición Energética y Vida Saludable para Trabajos de Investigación de Bachillerato. En paralelo, ha colaborado con varias concejalías, como en la redacción de documentación para las licitaciones de las bibliotecas de Torreforta y Sant Pere i Sant Pau o en el proyecto Tabacalera.
Contrariamente al resto de la oposición, el PSC apuesta por su continuidad. «En estos momentos de necesidad de divulgación científica y transferencia del conocimiento, la ciudad necesita que la fundación redacte unas líneas estratégicas ligadas a los objetivos 2030 y que sirva como motor para generar proyectos colaborativos con la ciudadanía, las empresas y la universidad en energía, innovación y sostenibilidad», afirma el concejal Francesc Roca. La alianza ERC-PSC garantiza el futuro del ente contra viento... e interventor.