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Tarragona se queda sin fondos europeos para la reforma del edificio del Banco de España

Tras perder los dos millones logrados en 2019 del Feder, hoy el proyecto ha sido descartado para recibir 3 millones de los Next Generation. El consistorio anuncia que presentará alegaciones

03 abril 2023 20:03 | Actualizado a 03 abril 2023 20:03
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Nuevo mazazo para convertir el antiguo edificio del Banco de España en el Banc de la Ciència i el Coneixement. Después de perder los dos millones de euros logrados en 2019 por parte de los fondos europeos Feder, ahora el Ayuntamiento se ha quedado sin los 3,2 millones que, en junio de 2022, solicitó a las ayudas continentales Next Generation. Esta cantidad debía cubrir el 43% de los 7,4 millones que se calcula que constaría la ejecución de una obra que, ahora, se queda sin horizonte económico viable para tirar adelante.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno Central ha hecho público este lunes la resolución provisional con el listado de planes que han sido subvencionados en la convocatoria orientada a la rehabilitación de edificios públicos. En ella, el documento presentado por el Ayuntamiento de Tarragona no aparece entre las 181 entidades agraciadas con una media de 1,5 millones de euros por proyecto, sino en las que «se han valorado pero no han sido seleccionados como beneficiados».

De hecho, según se observa del listado enviado ayer por parte del Estado, el proyecto de la Rambla Nova ha quedado en la posición 341 sobre las 880 presentadas, de lo que se desprende que hay 160 proyectos por delante del tarraconense que también se han quedado sin financiación.

Las fuentes consultadas por el Diari recalcan que «se trata de un proceso de concurrencia competitiva», por lo que la designación de los proyectos «ha sido una decisión técnica, por orden de prelación y de puntuación», repartiendo los fondos «hasta que se ha terminado la bolsa». De hecho, según el ranking hecho público este lunes se observa que el último plan subvencionado ha obtenido 50,92 puntos, por lo 83,58 del primero, mientras que la propuesta del Ayuntamiento de Tarragona se ha quedado en 45,50.

Según la nota de prensa enviada por el Ministerio, los proyectos elegidos «han sido seleccionados con base en criterios de calidad arquitectónica, solidez, gobernanza, enfoque integral, innovación y oportunidad». Asimismo, el Gobierno Central detalla en su explicación de las obras agraciadas en el hecho de que «el 60% de los edificios públicos a rehabilitar se destinan a uso cultural (76), deportivo (15) y educativo (17)», así como que el objetivo de las actuaciones a financiar es «reducir más del 30% el consumo de energía primaria no renovable», ya que la prioridad es «mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad ambiental».

Fuentes municipales muestran r su «sorpresa» frente a la denegación. «Tarragona presentó un proyecto maduro, incluso con el proyecto ejecutivo aprobado. El Ayuntamiento pedirá explicaciones por la denegación», a la vez que anuncia que «presentará alegaciones». Las mismas fuentes recuerdan que «Tarragona ha logrado casi todos los Next Generation que se ha propuesto, convirtiéndose en uno de los municipios catalanes con más proyectos conseguidos», lo que «refuerza aún más la sensación de extrañeza».

Dos décadas cerrado

El portazo de los fondos europeos es un nuevo contratiempo para un inmueble que lleva cerrado desde el 31 de diciembre de 2003. Tras 15 años de anuncios y promesas sin contenido – como que albergaría dependencias del Estado, una mezquita o un centro de interpretación turística–, finalmente fue en diciembre de 2018 cuando parecía que el inmueble podría salir del túnel en el que se encontraba. En ese momento, el exalcalde Josep Fèlix Ballesteros (PSC) anunció, junto a la Universitat Rovira i Virgili (URV), que el inmueble del número 101 de la Rambla Nova se convertiría en un espacio de divulgación científica junto al Institut Català d’Investigació Química (ICIQ), el Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC), el Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili (IISPV) y el Intitut de Paleontologia Humana i Evolució Social (IPHES).

Para dar solvencia económica al proyecto, sin embargo, se solicitó una ayuda europea para dar solidez a la obra que ocuparía los 3.184 metros cuadrados de superficie del edificio. En junio de 2019 llegó la gran noticia: la Unión Europea, mediante los fondos Feder, concedía 1,9 millones de euros, una cifra que debía ayudar a ejecutar la obra prevista, de más de cuatro millones de euros de coste.

Pese a la subvención continental, lo cierto es que las intervenciones nunca han empezado. El nuevo gobierno liderado por el alcalde Pau Ricomà (ERC) anunció en septiembre de 2021 que, en base al informe del proyecto ejecutivo, la actuación sufriría un encarecimiento del 50% «para garantizar su seguridad». Este anunció significó pasar de los más de cuatro millones a los siete, ya que se estipulaba que «es necesario reforzar la seguridad de la estructura», en un requisito no previsto en el proyecto básico de 2018.

Ahora falta la mitad del dinero

El cambio de proyecto provocó que el consistorio no pudiera cumplir con el calendario de los fondos Feder, por lo que ha perdido la ayuda europea de dos millones obtenida hace cuatro años. En este sentido, el plan económico municipal contemplaba que el Ayuntamiento asumiera entre 3 y cuatro millones de euros, mientras que el resto del dinero llegaría procedente de los Fondos Next Generation.

Por ello, hace diez meses se presentó la propuesta ante el Ministerio, en la que se registraba una petición de ayuda europea de 3,2 millones de euros, que es casi la mitad del proyecto. Para ello, el pleno municipal incluso acordó hace un año reducir la protección patrimonial del edificio, ya que de lo contrario sería imposible poder llevar a cabo las obras necesarias, como el aislamiento térmico de la fachada y las cubiertas, la recuperación de energía residual o la redistribución de los espacios para aumentar su funcionalidad. Ahora, con la resolución hecha pública este lunes, las dudas vuelven a aparecer en un proyecto que parece maldito.

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