El servicio de Regionales entre Tarragona y Barcelona es la conexión con más usuarios de todo el Estado. Así lo pone de manifiesto el último informe publicado por el Observatorio del Ferrocarril publicado del mes de diciembre, el cual recoge los datos de 2022. El documento asegura que esta conexión registró un total de 997.729 viajeros, lo que representa un crecimiento de más del 36% respecto al año anterior. Los datos todavía están por debajo del escenario prepandemia, pese a ello si le sumamos los 547.021 viajeros de media distancia del eje Reus-Barcelona, estamos hablando de más de 1,5 millones de viajeros al año.
Los datos evidencian la alta utilización de este servicio cuya demanda se ha disparado con la gratuidad para los usuarios recurrentes. Renfe aseguraba hace unos días que tan solo el pasado mes de febrero, los convoyes de media distancia de Catalunya registraron un total de 809.000 viajeros, lo que representa un 15% más respecto al año anterior.
Analizando al detalle los datos del observatorio puede constatarse como el total de pasajeros que realizan el recorrido con la capital catalana para ir a estudiar o a trabajar asciende a 1.170.322. Aquí se le suman los pasajeros de los servicios de larga distancia (Euromed e Intercity) y alta velocidad de media distancia (Avant), aunque en este caso circulan por la estación de Camp de Tarragona.
La ubicación de esta estación constituye un agravio para los usuarios tarraconenses respecto a otras ciudades como Girona, que pueden sacarle provecho a la fiabilidad, mayor comodidad y reducción en el tiempo de viaje de los Avant. Los datos hablan por sí solos. 74.242 pasajeros utilizaron la conexión desde la terminal de La Secuita con la Ciutat Comtal en el último año, mientras que este mismo servicio para la conexión entre Barcelona y la capital de la Costa Daurada transportó a un total de 744.022 pasajeros.
Los Avant registran una demanda muy inferior a la de Girona, por la ubicación de la estación
«La ventaja es que ellos tienen una línea única, pero si miramos bien los datos vemos que aquí tenemos la más importante y la que está más dejada de la mano de dios», indica el portavoz de la Associació per a la Promoció del Transport Públic (PTP), Daniel Pi. Este recuerda como en 2010, cuando se hizo la última compra de trenes que Renfe destinó a Catalunya «los 449, que eran los más nuevos y modernos se destinaron a la línea de Girona, mientras aquí nos mandaron los 448 y los 447 con más de treinta años los más nuevos y más de cuarenta en el caso de los más viejos».
Esta es una espina que tienen clavada los usuarios del sur de Catalunya, que esperan que alguna de las 32 unidades que se destinarán a los servicios de media distancia –dentro de la compra de 101 trenes que ha hecho Renfe y que empezarán a llegar a partir del año que viene– permitan revertir este agravio comparativo.
Los nuevos convoyes tendrán una capacidad para 900 pasajeros, que deben permitir absorber este incremento en la demanda. Pese a ello, este refuerzo no llegará hasta que acabe la nueva fase de obras que deben llevarse a cabo para adaptar el túnel de Roda de Berà al ancho internacional.
Pi asegura que uno de los principales problemas que padece actualmente el sistema es que el servicio de Rodalies de Barcelona está «saturado» y esto acaba «presionando» al conjunto de las líneas, en las que en muchos casos se están haciendo obras. «El sistema está totalmente tensionado», indica.
El pasado martes los pasajeros que utilizan este servicio de media distancia con Barcelona vivían una nueva jornada de «caos» en las vías. «Que sepamos hubo una incidencia entre Gavà y Bellvitge y un incendio la estación de Tarragona, que fue por la mañana, pero cuando no es un pito es una flauta y cada ‘x’ días se repite la catástrofe. Los usuarios estamos al límite», indicaba la portavoz de la plataforma ciudadana Dignitat a les Vies, Ana Gómez.
Los datos que está recogiendo a diario la plataforma permiten ver como 27 de los 29 convoyes que este martes enlazaron Tarragona con Barcelona llegaron a Sants con un retraso superior a los cinco minutos, siendo el tiempo medio de demora de 28 minutos. En el otro sentido de la marcha, se vieron afectados 24 de los 30 trenes y este promedio de tiempo de demora alcanzó los 39 minutos.