Es la voz de los que no tienen voz. De los que no podrán votar el próximo domingo, ya que los extranjeros que no tienen la nacionalidad española únicamente pueden ejercer el derecho a voto en las elecciones municipales, siempre que tengan la nacionalidad de un país de la Unión Europea o de los Estados con los que España tiene firmado un acuerdo de reciprocidad de sufragio: el Reino Unido, Noruega, Islandia, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, Cabo Verde, Trinidad y Tobago, Corea del Sur y Nueva Zelanda. En resumen, que las personas extranjeras que no tienen la nacionalidad española no pueden votar ni en las generales ni en las autonómicas.
Tal como exponen los números del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la demarcación de Tarragona residen 139.532 extranjeros, 71.949 de ellos hombres y 67.583 mujeres. De todos ellos y ellas, 112.691 –el 80%– tendrían derecho a voto. Sin embargo, se quedarán sin votar.
Procedente de Colombia, Carolina Alvarán llegó a España con ocho años. Ha cursado sus estudios aquí y lleva desde entonces –unos diecinueve años– residiendo permanentemente en Tarragona. No podrá votar el domingo: «Tengo un hijo que ha nacido aquí en España, pero aún no puedo ejercer el derecho a voto; me parece muy injusto, ya que nosotros también aportamos dinero al país a través de nuestros impuestos». Considera injustificado no poder expresarse sobre decisiones que posiblemente puedan afectarla en su vida diaria.
En la misma línea, la presidenta de la Asociación Tarragona Intercultural, Marta Benjumea, sí que puede votar. No obstante, argumenta que «si hay ciudadanos extranjeros que están trabajando en España y también están pagando sus impuestos aquí, lo ideal sería que pudieran votar y decidir sobre qué se hace con estos impuestos». «Si todas las personas que llevan tiempo aquí y que tienen una residencia pudieran ejercer este derecho, sería una forma de defender a la clase trabajadora y todo lo que eso conlleva: salud, educación, una vivienda digna...». Además, Benjumea opina que la movilización del electorado extranjero residente en España «sería una opción para frenar el auge de la extrema derecha».
La coordinadora de la Red Antirracista de Tarragona, Naret Terán, cree que «es una gran vulneración de derechos». «Seguiremos luchando contra la ley de extranjería y lucharemos contra la extrema derecha, que nos utiliza como instrumento para vertebrar un discurso populista y para justificar sus medidas», añade. «Votar no es un privilegio, es un derecho y lo defenderemos siempre», concluye Terán, quien se muestra decepcionada ante el hecho de que muchos extranjeros que llevan tiempo viviendo en España no puedan votar.