El mercadillo de los domingos de Bonavista no corre peligro porque cumple con todas las medidas de seguridad. Así lo ha determinado el juzgado contencioso-administrativo número 1 de Tarragona, que el pasado mes de junio resolvía a favor de la empresa municipal de Mercats la denuncia presentada por el propietario de un bar, el cual alegaba que este incumplía la normativa del POUM de 2013 –que ahora está anulado–, ya que se encuentra en una zona con riesgo de accidente químico.
La sentencia aún no es firme, por lo que el demandante puede recurrirla. Pese a ello, Espimsa ha ganado el primer round de un juicio que se celebró en marzo y que tres meses más tarde quedaba resuelto. Uno de los argumentos que utilizó la empresa de mercados es la auditoría que se había hecho en septiembre de 2020, cuando se hizo un simulacro de carpeta, en el que se valoró el protocolo de actuación en caso de cualquier incidencia.
«Estudiamos los fallos para poderlos corregir y esto nos sirvió para hacer un informe técnico, como una especie de auditoria, que la presentamos al contencioso-administrativo y que ganamos porque pudimos demostrar que tenemos el mercado correctamente», explica el gerente de Espimsa, Dani Milà.
A falta de el caso pueda resolverse definitivamente, el nuevo rumbo que ha marcado Espimsa para el mercado de Bonavista iría en la buena dirección. «Se están haciendo los deberes y a la vista está que se ha ganado el juicio, en el que precisamente se denunciaba esto», defiende el presidente de los Marxants de Tarragona y presidente de la Comissió de Comerç de la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona, Juan Benítez.
La idea inicial era poder hacer un simulacro real en el mercadillo, para poner a prueba el plan de autoprotección (PAU) aprobado en enero de 2019 y que no empezó a desplegarse hasta prácticamente un año más tarde. Esta es una de las reivindicaciones que se hace desde la Associació de Veïns de Bonavista, que volvía a insistir la semana pasada, con el segundo aniversario de la explosión de Iqoxe. Pese a ello, de momento este simulacro se ha decidido mantener en stand by. «Con el tema de la Covid no hemos podido hacerlo, porque tienes que coordinarte con Bombers y el Ayuntamiento, y pensamos que no era apropiado, por lo que lo dejamos para 2022, pero seguimos con esta misma situación», añade Dani Milà.
Este ejercicio ‘real’ se sustituyó por el simulacro de carpeta, del que surgieron algunas mejoras que servirán para hacer una revisión del PAU. En este también se tendrán en cuenta algunos cambios que la empresa de Mercats ha ejecutado desde el relevo en la gerencia de la compañía. «Se hizo una mejora de la señalización, con unas rutas de evacuación que están señaladas en unos carteles y una mejora de la comunicación auditiva, ya que ahora tenemos unas grabaciones», indica Milà.
También se ha mejorado la información que reciben los marchantes y estos anualmente se les entrega un pequeño documento, en el que se les recuerda las medidas que deben tomar si se produce cualquier incidencia. «Espimsa ha hecho su trabajo y la información está allí puesta para que la gente sepa qué debe hacer», sigue explicando el presidente de los vendedores ambulantes.
Cuestión de semanas
Esta actualización del plan de autoprotección del mercado de Bonavista también se está haciendo en el caso del Mercat Central, en el que no se han introducido cambios desde que se reinauguró esta instalación en marzo de 2017. En paralelo, Espimsa está trabajando para que el resto de mercados que se celebran al aire libre, además del Mercat de Torreforta, tengan planes de emergencias, de acuerdo con lo que establece la ley de riesgos laborales.
Estos planes irán dirigidos a los trabajadores de la empresa de mercados para que sepan cómo tienen que actuar en caso de emergencia, cómo tienen que informar a los clientes, si debe procederse a una evacuación o no y cómo deben comportarse. Un protocolo que, en este caso, no está pensado para actuar delante de una situación de riesgo químico, sino que podría activarse en casos que van desde un incendio en una parada, a un infarto, pasando por un ataque terrorista, entre muchas otras situaciones.
Espimsa prevé tener estos planes de emergencia «a finales de febrero, principios de marzo». Sobre estas mismas fechas también debería haber culminado la primera revisión de los planes de autoprotección, para que posteriormente pueda informarse a Protecció Civil.
Una prioridad
Espimsa ha hecho de la seguridad una de sus líneas de trabajo, tanto para los paradistas como para los clientes. Lo ha hecho durante toda la pandemia, adaptando en cada momento sus diferentes mercados y mercadillos a los nuevos protocolos, y también en cuanto al riesgo químico, teniendo en cuenta la proximidad de Bonavista y Torreforta con el polígono petroquímico sur.
Por este motivo, desde Mercats de Tarragona se ha abierto una nueva línea de colaboración con la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) y el Institut Municipal d’Educació (IMED) para salir a explicar a los escolares de Ponent cómo deben actuar en caso de emergencia. «Los paradistas saben perfectamente, o están informados perfectamente, sobre cómo deben actuar en caso de activarse el PAU. Ahora quiere intensificarse con esta acción para llegar a las escuelas y a los niños, para que cuando vayan con su familia al mercado, también sepan qué tienen que hacer, teniendo en cuenta que muchas veces los niños son los que acaban educando a los padres», indica el gerente de Espimsa.
Estas acciones se reforzarán con un plan de comunicación dirigido directamente a los clientes del mercadillo, con trípticos informativos. «Ha sido una de las inquietudes del presidente, que ha querido que llegáramos a las escuelas y al vecindario, ya que somos muy sensibles al respecto y la información debe llegar y estar muy vigente», añade Milà. Y este compromiso se traduce en la reposición inmediata de los elementos de señalización, cuando son víctimas del vandalismo.