«Decidimos venir hoy, porque en Tots Sants hay mucha gente», explica Ana que prefiere estos días previos para venir a acondicionar la tumba de sus padres porque son más tranquilos. Ha venido junto con su hermana Juana. Las dos, de mediana edad, reconocen que son las únicas de la familia que vienen por estas fechas una vez al año a cumplir con la tradición que han visto en casa desde pequeñas.
El momento en que visitamos el cementerio (en horario laboral) la mayor parte de los que se encuentran limpiando nichos y colocando flores son personas mayores o muy mayores; algunas con evidente dificultad. A la entrada hay ‘aparcadas’ cuatro sillas de ruedas eléctricas.
La excepción la pone la familia Gabarre; una veintena de personas incluidas parejas jóvenes con varias sillitas de bebé. Tienen una buena cesta con flores que irán repartiendo por las tumbas de sus familiares en distintos puntos del cementerio.
Por el camino la emoción se hace inevitable. Como la de Maricarmen, a quien se le saltan las lágrimas cuando recuerda que aquí descansan sus padres y sus abuelos. Unos pasos más adelante una mujer se acerca a un nicho para hablarle en susurros... Estos días hay afluencia al cementerio, pero también oportunidades para el recogimiento.
En muchos sitios las flores recién colocadas (naturales y también de plástico) muestran que son muchos los que ya han pasado por aquí. Es el caso también del monumento que se levantó en el sitio donde estaba la fosa común en la que se enterraba a los fusilados en la Guerra Civil. Allí también hay unas flores que han colocado los familiares de un fusilado en 1939.
Horarios ampliados
Las personas que quieran acudir al cementerio contarán con un horario ampliado de 9 a 18 horas hasta el 2 de septiembre. Además mañana a las 12 horas tendrá lugar el ‘Recital del record’ abierto al público en la plaza principal del cementerio.