El nuevo proyecto para el preventorio de la Savinosa no convence a las entidades ecologistas, las cuales consideran que «denota muy poca sensibilidad y visión ambiental». Estas no están de acuerdo en que la finca se convierta en un hub cultural y educativo, de acuerdo con la propuesta presentada por la Diputació de Tarragona. Y, en su lugar, defienden un Centre d’Interpretació, Recerca, Conservació i Gestió de la Anella Verda i Blava de Tarragona.
La propuesta la hace la plataforma SOS Costa i Camp de Tarragona, que hace una «enmienda a la totalidad» al proyecto, ya que considera que este no se enmarca en «una lógica de decrecimiento, restauración del espacio natural y protección de la memoria histórica». Estas entidades defienden que «deje de construirse» en la primera línea de mar y que, en su lugar, «se ponga decididamente en valor el paisaje original de esta parte de la Mediterránea». Por este motivo, el colectivo se opone «categóricamente» al aumento de la edificabilidad, para albergar los nuevos equipamientos, pasando de una superficie de unos 10.000 metros cuadrados a unos 22.000, de acuerdo con el proyecto.
SOS Costa i Camp de Tarragona también se opone a alejar del núcleo urbano servicios públicos, como la Escola d’Art i Disseny o el Conservatori, para ubicarlos en este espacio. Justifican que este cambio de emplazamiento «nos sitúa en un modelo de movilidad no sostenible», ya que principalmente se utilizará el vehículo privado en los desplazamientos, además de un «alejamiento» del centro de estos equipamientos. En este sentido, la plataforma aboga por el «reciclaje de suelo urbano» y la «rehabilitación de espacios en desuso».
«Lo que se está proponiendo con este hub, tiene su espacio idóneo en la Tabacalera, en cambio allí debería hacerse lo mínimo, sacando la valla y recuperando el sabinar», apunta Lluis Estamariu, uno de los portavoces del colectivo.
Sobre la habilitación de un camino de ronda de 750 metros, dentro de la finca, se apunta que «el actual está en condiciones óptimas y tan solo necesita que se arregle mínimamente para que puedan pasar los peatones». Asimismo, los ecologistas lamentan que llevan más de dos años reivindicando la necesidad de hacer un estudio de biodiversidad para conocer en profundidad las especies que hay en la finca, que durante estos años ha tenido una presión antrópica muy reducida. «Todavía no sabemos si se ha hecho o no», lamenta Estamariu.