La construcción de nueve campos de fútbol en unos terrenos cerca del límite con el municipio El Catllar llegará este viernes al pleno del Ayuntamiento de Tarragona. Será de la mano de ERC y ECP que defenderán la moción elaborada por la Plataforma No Camps de Futbol a l’Anella Verda, la cual se opone a un proyecto que en los últimos tiempos ha levantado polvoreda.
«No vemos qué aporta este macrocomplejo a la Anella Verda, cuando hay espacios más adecuados que no obligarían a los padres a desplazarse cada día ocho kilómetros en coche para llevar a sus hijos a entrenar», indica el portavoz de la plataforma, Andreu Fernández.
El proyecto afecta a una superficie de unas 33 hectáreas de terreno, que son propiedad del Arzobispado de Tarragona. Pese a ello, detrás de esta inversión –que oscilaría alrededor de los cinco millones de euros– está la firma Tarraco Esports, vinculada a la Escola de Futbol del Col·legi Sant Pau Apòstol.
Además de los campos de fútbol, el proyecto incluye un aparcamiento con capacidad para 300 vehículos, una estación depuradora y un edificio de unos mil metros cuadrados para una residencia. Además de las gradas y los vestuarios, también contempla una instalación de 200 placas fotovoltaicas y una piscina.
El Ayuntamiento de Tarragona explica que actualmente «se está tramitando un proyecto de actuación específica, que es el procedimiento previo para la concesión de licencias en suelo no urbanizable». Y es que, según las normas subsidiarias urbanísticas, la zona afectada está catalogada como suelo rústico no urbanizable, aunque se especifica que admite la clave número siete, que hace referencia al uso deportivo.
El proyecto está vinculado a la Escola de Futbol del Col·legi Sant Pau Apòstol
Todavía faltan una docena de informes de los cuales tres son municipales y el resto de otros organismos. Estos hacen referencia a aspectos como la prevención de incendios, los planes de evacuación, la movilidad o el riesgo de inundabilidad, entre muchos otros elementos. Unos aspectos técnicos que pueden poner en tela de juicio un proyecto que el Ayuntamiento de El Catllar también rechaza.
Crear sinergias
Entidades medioambientales y vecinos de hasta siete urbanizaciones de El Catllar apoyan a la plataforma en su oposición a esta inversión. Estos defienden que «es una oportunidad para la ciudad que el Ayuntamiento hable con los promotores y se intente generar sinergias, implantando este hub cerca de equipamientos como el Nou Estadi o el Anillo Mediterráneo». Este es uno de los aspectos que recoge la moción que se votará el próximo viernes y que todavía no se sabe si prosperará o no.
Desde el gobierno, el PSC no ha dado a conocer la dirección de su voto de cara al pleno de mañana. Junts per Catalunya también mantiene su hermetismo, mientras que ERC lamenta que «es una agresión a la Anella Verda del mismo tamaño que el campo de golf, que afecta a la rótula que conecta Llevant con Ponent», asegura desde la formación republicana, Xavier Puig. El partido defiende que el Ayuntamiento debería hacer una «suspensión de licencias» que garantice la preservación del espacio, a la espera del futuro POUM.
Desde En Comú Podem, Jordi Collado, considera que el proyecto es «una barbaridad» que «comportará una presión tremenda en cuanto a la accesibilidad y la movilidad». Este califica de «error» que no se aprovechara la caída del POUM de 2013 para que no se incluyera en las normas subsidiarias. «Se nos explica un relato vinculado al Sant Pau, cuando lo que quiere hacerse es un Sangulí segunda parte», asegura Collado.
Los dos concejales no adscritos también son contrarios al proyecto. «Tarragona tiene muchos otros espacios para crecer en instalaciones así, en lugar de romper un espacio con una riqueza natural brutal», dice Javier Gómez. En cambio, el grupo municipal del PP lamenta que «no puede irse en contra de una iniciativa que cumple con la legalidad vigente» y que «amplían y mejoran los escasos equipamientos deportivos de Llevant».