La sanidad pública tarraconense se recupera poco a poco de cuatro años de recortes, de tijeretazos continuados en las plantillas de los centros sanitarios por parte del Departament de Salut de la Generalitat. El año pasado se comenzó a revertir esta dinámica, con un refuerzo tanto en la atención primaria como en los principales hospitales públicos de la provincia, el Joan XXIII de Tarragona y el Verge de la Cinta de Tortosa. Entre los años 2010 y 2015 la sanidad pública en las comarcas tarraconenses ha suprimido 645 empleados: 406 de ellos se han eliminado en el ámbito de la Primaria, mientras que 239 personas han dejado de trabajar en esos dos hospitales de referencia en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre.
El recorte en la Primaria alcanza el 18,41% y coloca a Tarragona como la provincia que más ha sufrido en ese sentido. En hospitales los ajustes han sido más reducidos, al menos cuantitativamente: en el Joan XXIII trabajan ahora 124 personas menos, una bajada del 7% respecto a la cifra de empleados de 2010, que llegaba a los 1.765. En el Verge de la Cinta los recortes han sido de 115 personas, un 12% del global de 959 que estaban en la plantilla en 2010, según los datos del Departament de Salut a los que ha tenido acceso el grupo de Ciutadans en el Parlament de Catalunya. Por regiones sanitarias, el Camp de Tarragona ha padecido más los reajustes, con una reducción del 19,35% en la plantilla de Primaria, correspondiente a 291 puestos menos.
2011, el año más negro
Algo más amortiguado fue el descenso de empleados en las Terres de l’Ebre, con un recorte del 16,41% relativo a una amortización de 115 lugares de trabajo. Un análisis en perspectiva indica que 2011 fue el año con más recortes, algo que soliviantó al gremio sanitario con una multitud de quejas, revueltas y manifestaciones para protestar por las políticas que estaba aplicando el Departament de Salut, comandado entonces por Boi Ruiz.
Sólo en un año, de 2010 a 2011, los centros de Primaria de la provincia se quedaron con 338 trabajadores menos. Se perdieron 132 diplomados sanitarios y 52 médicos. Algo parecido sucedió con los dos hospitales cuyos datos aparecen en el balance difundido. En el Joan XXIII la bajada en la plantilla fue de 251 trabajadores, mientras que en el Verge de la Cinta el dato fue de 150.
En la Primaria, no se tocó fondo en 2011. El dato más bajo se produjo en 2014. Los 1.789 trabajadores que había en los CAP de la provincia entonces suponían un descenso de hasta el 18,8% en la plantilla respecto a ese 2010, que marcó un punto de inflexión antes de la oleada de recortes que sacó a multitudes a la calle y que ahora se intenta paliar desde la administración autonómica.
Aún queda camino por recorrer. Así, en la Primaria del Camp de Tarragona, de los 1.504 trabajadores se ha pasado a los 1.213 de 2015, sólo uno más que en 2014 (1.212). Más se ha corregido la situación, al menos numéricamente, en las Terres de l’Ebre. Si en 2011 se llegó al fondo, con 566 personas empleadas (un año antes eran 701), en 2015, último año disponible, la estadística se queda en 586 empleados tras algunos aumentos que no han logrado equilibrar la balanza de los ajustes hechos hace algo más de un lustro.
En cuanto a hospitales, si en 2011 se llegó al mínimo de contratados en el Verge de la Cinta (809 empleados), el Joan XXIII siguió padeciendo recortes hasta 2013. Ese año se llegó a la estadística más baja, 1.486, lo que suponía 279 trabajadores menos, un recorte del 15,8%.
Menos fijos
Más allá de las cifras, algunos balances ilustran parte de la filosofía de los recortes. Por ejemplo, en lo que atañe a los diplomados sanitarios de Joan XXIII, si bien el número de interinos aumentó en 59 personas, el de trabajadores fijos disminuyó en 52. Lo mismo ha sucedido con los médicos. Joan XXIII ha perdido siete facultativos especialistas fijos, mientras que ha aumentado 16 interinos, por lo que actualmente tiene más médicos que en 2010.
A su vez, en el centro tarraconense el grupo de empleados que más ha padecido los recortes no son médicos ni enfermeras, sino personal que tenía que ver con la gestión y los servicios. Ahora hay 135 trabajadores menos en ese