Lejos parecen esos tiempos en que el horizonte de la ciudad estaba salpicado de grúas de construcción. Y es que los datos hablan por sí mismos: en el primer semestre de este año solo se inició en la ciudad de Tarragona la construcción de cinco viviendas. En la comarca del Tarragonès de 48 y en la provincia de 383.
Son algunas de las estadísticas que ofreció ayer Marc Torrent, director general de la Associació de Promotors de Catalunya, APCE, durante la jornada «Coyuntura Inmobiliaria Residencial: oferta y demanda en el ámbito del Camp de Tarragona», organizada por APCE con la colaboración de CaixaBank.
Menos que el año pasado
Pero si además se comparan las cinco viviendas que se iniciaron en la ciudad (las que han obtenido un visado de obras) la primera mitad del año con el mismo periodo del año pasado, puede verse como en 2022 eran 30 (una bajada del 83%). En cuanto a las viviendas acabadas, en Tarragona fueron este primer semestre 11, mientras que en el primer semestre de 2022 se finalizaron 237 (una disminución del 95%).
A nivel comarcal, en el Tarragonès la bajada en el número de viviendas iniciadas fue del 65% y el de viviendas acabadas del 64%. En el conjunto de la provincia las bajadas fueron del 36% y el 51% respectivamente.
Los datos, remarca Marc Torrent, quedan muy lejos de lo ideal para cubrir las necesidades de vivienda de la población que se estima en tres viviendas por cada mil habitantes al año.
Se da la circunstancia, además, de que muchos de los municipios en los que se inician pocas viviendas se trata de autopromoción; de familias que optan por construir sus propias viviendas, con lo cual en realidad aquellas edificaciones no llegan a salir al mercado.
Con todo, en las estadísticas destacan también los municipios donde más se estaba construyendo en este primer semestre: Cambrils, con 89 viviendas iniciadas, seguida por Calafell con 59 y el Vendrell con 28. En lo que se refiere a las viviendas acabadas destacan Reus con 85, Cambrils con 47, Vila-seca con 46 y Roda de Berà con 44.
Se sigue vendiendo
Pero que haya bajado el volumen de construcción no quiere decir que no exista demanda, como insistía Torrent. En la ciudad de Tarragona, durante el primer semestre de 2023, se compraron 265 viviendas nuevas, cifra un 28% superior a la registrada durante el mismo periodo del año anterior y 794 usadas, una cifra un 12% inferior a la registrada durante el mismo periodo del 2022.
De cara al futuro, además, la previsión es que la demanda siga en aumento. Torrent apunta, no obstante, a que habrá que estar atentos a nuevas necesidades, como por ejemplo a las viviendas de reposición; es decir, para personas que cambian de vivienda buscando nuevas prestaciones, algo que ya comenzó con la pandemia.
Habrá que tener además en cuenta que hay un envejecimiento progresivo de la población y habrá generaciones que demanden soluciones intermedias entre una residencia de mayores y una vivienda tradicional.
En lo que se refiere a los más jóvenes apunta que se tratará de generaciones más pequeñas en número, que deberían tener a su alcance viviendas acorde con sus capacidades. En este sentido apuntó a que sería necesaria una reflexión sobre si deberían contar con un aval público para poder comprar en vista su poca capacidad de ahorro.
Insiste, además, en la necesidad de contar con un parque de vivienda protegida y de alquiler. «En la ciudad de Tarragona a nivel de planeamiento general sería necesario ponernos cuanto antes a clasificar suelo suficiente para atender estas necesidades de vivienda», asegura.
El alcalde Rubén Viñuales, quien inauguró la jornada, afirmó que «Tarragona tiene que crecer de manera sostenible pero tiene que crecer» por lo que se está trabajando en el POUM con intención de tenerlo en 2025. Recordó que en los últimos años la ciudad ha perdido población mientras que otros municipios vecinos la han ganado.
Respecto al sector de la construcción en general reconoció que a diciembre de 2025 deberán estar terminados muchos proyectos Next Generation y no está claro que existan suficientes empresas para atender la demanda.
El concejal de Urbanismo, Nacho García, por su parte, puso en valor el papel de la rehabilitación, en especial en barrios muy castigados y aseguró que se trabaja en acelerar la concesión de licencias «trabajamos en un plan de choque», aseguró.