A datos de octubre en Calafell había 4.834 personas que estaban cotizando en la Seguridad Social. En ese mismo mes 5.643 pensiones, la mayor parte de jubilación, estaban asignadas en el municipio. Es solo un ejemplo, pero hay muchos más, tantos como la mitad de la provincia. En el 49% de las poblaciones hay más pensiones que trabajadores, una arista más del envejecimiento de la pirámide poblacional y también de la sostenibilidad del sistema.
Esta circunstancia es común en muchos núcleos pequeños del interior rural de la provincia como Alforja, Bellmunt del Priorat, Cabra del Camp, Flix, Masdenverge, Marçà o El Montmell, pero también afecta a otras poblaciones mayores del litoral como Cunit. En todos ellos hay más gente que cobra una pensión que personas que están cotizando por su empleo.
La ratio afiliados/pensionistas se encuentra en una tasa baja y preocupante, sobre todo porque en pocos años España afrontará la jubilación masiva de la generación del baby boom, que empeorará aún más la situación. Tarragona se sitúa, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en una tasa de 2,09 trabajadores por cada pensionista.
Es un número muy próximo a ese umbral de 2 que es la relación mínima para la supervivencia del sistema. Lo previsible es que la ratio empeore en los próximos años, cuando se retiren del mercado laboral los nacidos entre finales de 1950 y mediados de 1970.
Un gasto al alza
Las necesidades son, pues, cada vez mayores, como viene sucediendo en los últimos tiempos. En 2005 había 81.100 jubilados en la provincia. A finales del año pasado el número era de 108.500, casi un 34% más. Eso sí, el tirón del empleo durante los últimos meses, en parte como recuperación tras la pandemia, es una baza a favor.
Mientras tanto, el gasto en pensiones no deja de batir récords. La Seguridad Social destinó en octubre la cifra récord de 10.887 millones de euros al pago de pensiones contributivas, un 6,2% más que en el mismo mes de 2021, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que ha precisado que, en términos homogéneos, el aumento del gasto es del 4,5% interanual.
