Entre 2.000 y 3.000 mujeres de diferentes edades se han manifestado este miércoles en la ciudad de Tarragona, en la primera de las dos marchas convocadas para celebrar el Día Internacional de la Mujer.
La manifestación ha arrancado poco después del mediodía en la plaza Imperial Tarraco y ha dado una vuelta en este punto neurálgico de la capital antes de iniciar el recorrido por diferentes calles de la ciudad. Esta primera vuelta ha permitido que la gente más rezagada o que llegaba con el tiempo justo se sumara a la marcha, que a medida que avanzaba incrementaba el número de personas.
Detrás de una pancarta que rezaba «Unim-nos per una vida digna. Juntes ho podrem tot!», la comitiva de mujeres ha ido creciendo a medida que recorría diferentes calles de la ciudad. De las 1.500 estimativas del punto de partida se ha doblado a lo largo del itinerario planteado.
Además de esta pancarta que encabezaba la marcha, había otros carteles que secundaban una protesta en la que el objetivo no era una celebración feminista, ni un día festivo con la mujer como protagonista.
Todo lo contrario. El motivo real del 8-M no es otro que una fecha destinada a alzar la voz y visibilizar la igualdad, los derechos de las mujeres y una mayor equidad en todos los ámbitos de la vida pública: servicios públicos, educación, sanidad...
Las participantes remarcan que el día Internacional de la Mujer es una jornada reivindicativa y no de carácter festivo
De hecho, las participantes en la manifestación opinaban en este sentido: es una fecha para reivindicar los derechos de la mujer, para recuperar terreno en esta brecha de géneros caduca y seguir educando a las futuras generaciones con este objetivo de igualdad que cada vez debe ser más presente en todos los ámbitos sociales.
La comitiva ha hecho una parada en la plaza Ponent, donde se ha leído un primer manifiesto. Seguidamente, tomando la calle Lleida, han proseguido la marcha reivindicativa por la ciudad donde tenían planificadas diferentes paradas para expresar algunas de las reclamaciones que tenían en mente.
La manifestación ha entrado en la plaza Corsini y desde allí se ha dirigido a la calle de Cristòfor Colom, donde ha desembocado a la Rambla Nova. El número de personas ya rozaba por entonces las 3.000 en este tramo intermedio de la protesta.
Enfrente de las oficinas de CaixaBank se ha leído otro manifiesto y en este caso se ha hablado del proyecto turístico de Hard Rock. La lectura iba en contra de este macrocomplejo y de la masificación.
Además de la crítica al proyecto turístico de la Costa Daurada, la manifestación también ha incidido en uno de sus lemas a protestar contra el racismo enfrente de la sede de la OMAC en la Rambla y de reclamar el derecho a una vivienda digna.
La marcha ha subido por la calle Sant Francesc y se ha desplazado hasta las puertas del hospital de Santa Tecla, en la Rambla Vella. Allí se ha realizado una nueva parada y se ha criticado la sanidad privada y el interés político de los gobiernos para potenciarla.
Entre las reivindicaciones se ha criticado la violencia obstrética o que la mayoría de curas en los centros sanitarios son un área que llevan a cabo las mujeres.
La última parada ha sido la entrada en la plaza de La Font, donde la marcha ha puesto el punto y final a las reivindicaciones y exigencias en el Día Internacional de la Mujer. La comitiva ha recorrido toda la plaza hasta las puertas del Ayuntamiento. Y allí ha dado un paso más y ha accedido a las instalaciones consistoriales llegando hasta el Pati Jaume I donde se ha puesto fin a la manifestación y se ha criticado que se haya convocado una segunda protesta esta tarde de miércoles.