Si con la inflación y la crisis económica que ha derivado ya se preveían un Black Friday y una campaña navideña con menos compras y menos gasto que otros años, peor lo ve el comercio local de Tarragona sin la iniciativa de los Bons Comerç, que el Ayuntamiento no ha llevado a cabo por falta de presupuesto después del éxito de la primera edición el año pasado.
Gerard Figueras, propietario de la tienda de ropa Minimum, recuerda que «el año pasado los Bons Comerç fueron fantásticos para que la gente viniera a comprar y ayudó a fidelizar clientes y a dar vida a la ciudad». Por ello, lamenta profundamente que este otoño no se haya promovido la segunda edición. «Por esto y por la inflación, con lo que la gente tiene menos poder adquisitivo, vemos que la campaña navideña será más floja que otros años», cuenta Figueras, que en su caso señala también que «el calor que ha hecho hasta tan tarde ha provocado que yo no haya vendido ni pijamas, ni batas ni camisetas interiores». El propietario de las tiendas de la calle Unió y Governador González defiende que «no es tan desastroso como aparece en la televisión, pero si es cierto que no venderemos tanto».
En la misma línea, Melcior Bustos, propietario de la tienda El Lloro de la Negrita, también es un poco pesimista de cara a la campaña navideña. «No pinta del todo bien, la verdad es que estamos un poco asustados porque vemos que hay pocas ventas y, nos hubiera gustado mucho que hubieran hecho una nueva edición de los Bons Comerç, ya que el año pasado incentivaron mucho las compras en octubre y noviembre, que ya de por sí suelen ser más flojos. Los echamos mucho de menos», cuenta Bustos, que se muestra «expectante» de cara a las fiestas de Navidad. Aunque «quiero ser optimista y pensar que irá bien, el Black Friday no ha acabado de funcionar como otros años y pensamos que la inflación también está afectando mucho, pues la gente tiene menos poder adquisitivo, y quieras o no repercutirá en las ventas». Pese a todo, Bustos defiende que «llevo muchos años con la tienda y, aunque haya habido crisis y pandemias seguimos sobreviviendo».
Quien tampoco ve tanta actividad comercial estos días en comparación con la misma época de 2021 es Miriam, propietaria de la tienda Juguettos. Asegura que «este año a estas alturas la gente ya estaba comprando mucho, y hacíamos horario intensivo sin cerrar al mediodía, pero ahora no, entre la inflación y sin los Bons Comerç parece que la gente comprará quizás más a última hora y seguramente menos».
Por contra, Dayana, de la tienda Nina de la calle Canyelles, asegura que «es una tienda de toda la vida que ya tiene la clientela de siempre», y augura que esta campaña navideña «será buena». En su caso celebra también la peatonalización de la calle, que además de haber abierto después de varios meses de obras ahora es completamente peatonal y pasa más gente.
Compra de carne adelantada
Ante los constantes incrementos del precio de la carne, mucha gente la está comprando ya para congelarla y sacarla para las comidas y cenas de Navidad y evitar así comprarla aún más cara más adelante. Así lo afirma Montse Bertran, presidenta de la Associació de Paradistes del Mercat Central y propietaria de la parada Carns Bertran. «Sufrimos subidas de precio semanales, algunos productos han subido hasta 8 y 9 euros el kilo, sobre todo se encarece el cordero, que es típico de estos días». En las pescaderías es diferente, pues se trata de productos que se venden a última hora porque son más difíciles de conservar. «Esperemos que la gente se junte y celebre mucho», desea Maria Caparròs, de Peix Tinet.
