La Guàrdia Urbana de Tarragona se dotará de otro dron, que se sumará al que la policía local ya compró hace casi un año y medio. La unidad se ampliará después de ver la importante utilidad que ha tenido el dispositivo en algunas investigaciones policiales, sobre todo, en aquellas relacionadas con el medio ambiente, como puede ser la protección de los bosques tarraconenses, ya sea denunciando acampadas, vertederos improvisados o la presencia de vehículos motorizados.
El dron ha participado también en búsquedas de personas desaparecidas, en la lucha contra los robos en algunas urbanizaciones de Llevant y ha servido para contabilizar la gente que acudía en un acto multitudinario. El resultado, según Cristina Guzmán –concejala de Seguretat Ciutadana del Ayuntamiento de Tarragona–, «ha sido mejor de lo esperado. Estamos muy contentos con el dron y, justo por eso, apostamos por ampliar la unidad y formar a más agentes».
La Guàrdia Urbana tiene claro qué tipo de dispositivo quiere: que permita visión nocturna y térmica, cosa que el dron actual no tiene. «De esta manera, el dispositivo tendrá más funcionalidades, ya que podremos utilizarlo por la noche y en ambientes no habituales, como por ejemplo, en columnas de humo o incendios», explicaba Guzmán.
La policía local está a la espera de que el Ayuntamiento facilite y autorice la partida presupuestaria para poder comprar el dron. Para hacernos una idea, el nuevo dispositivo no superaría los 25.000 euros, teniendo en cuenta que el dron que ahora funciona costó 18.000.
La apuesta por hacer más grande esta unidad –que nació en marzo del año pasado–, surge de haber comprobado lo útiles que pueden llegar a ser estos aparatos para la seguridad de los ciudadanos.
Medio ambiente y seguridad
En un principio, la intención era que el dron sirviera para controlas los vertederos llenos de escombros, que estaban repartidos por algunas urbanizaciones y bosques de la ciudad. Tenía que ser su principal función, pero lo cierto es que el abanico de posibilidades se ha ido ampliando.
Tanto el verano pasado como el actual, la unidad ha llevado a cabo dispositivos especiales –junto con otros cuerpos policiales–, con el objetivo de controlar el acceso de vehículos motorizados en las zonas naturales de la ciudad, como por ejemplo, el Pont del Diable, el Gurugú, el Bosc de la Marquesa y Mas d’En Pastor.
El aumento de las motos –algunas de trial– en entornos rurales ha supuesto una amenaza a la hora de conservar los sistemas naturales. Gracias a la unidad de drones de la Guàrdia Urbana se han puesto un número importante de denuncias, con el fin de erradicar este problema creciente.
Otra de las funciones que ha tenido el dron este verano en entornos naturales ha sido evitar conductas incívicas, como por ejemplo, acampadas en las playas, fiestas improvisadas o fuegos. Durante los dispositivos del pasado mes de julio, se interpusieron ocho denuncias.
En materia de seguridad, el dron también se utilizó, en enero de este año, para prevenir los robos en Boscos de Tarragona. A principios de año se registró un aumento importante de delitos en las urbanizaciones de Llevant. «Estos dispositivos son una importante herramienta de disuasión, a la vez que tienen un carácter preventivo ante una posible actuación», explica Guzmán», quien añade que «estos drones ofrecen una vigilancia aérea por zonas boscosas de más difícil acceso que es, tal como apuntan los cuerpos policiales, por donde se inician estos robo».
Además, el dron ha participado en la búsqueda de personas desaparecidas. Sin ir más lejos, el pasado mes de mayo, cuando desapareció un hombre de 74 años en Tarragona. Tras cuatro días intensos de búsqueda, fue encontrado con vida cerca del restaurante Tritón, en la zona de la Horta Gran. La Urbana activó la unidad de drones. Y esa no es la única que vez. Durante la procesión del Viernes Santo, en Tarragona, los servicios de emergencias alertaron de que unos padres habían perdido a su hijo. El dron, que ya estaba funcionando, participó también en la búsqueda. También acabó con éxito.
El dispositivo también sirve para conocer la dinámica de algunos actos multitudinarios. Siguiendo con la procesión del Viernes Santo, la congregación de La Sang –los organizadores– pidió a la Urbana que contabilizara el número de espectadores, para ayudarles a elaborar el plan de autoprotección de cara al año que viene. En acontecimientos como el Carnaval, la Cabalgata de Reyes o el concurso de fuegos artificiales, el aparato también estuvo presente.
La unidad de drones de la Guàrdia Urbana se puso en marcha en marzo del año pasado. Estaba formada por un cabo y cuatro agentes, que recibieron la formación específica para operar estos dispositivos aéreos. Ahora, cada vez son más los agentes y altos cargos que cursan esta formación. La unidad crece y gana prestigio.