La Generalitat reconoce que la ciudad de Tarragona necesita un Centre d’Urgències d’Atenció Primària (CUAP). Una petición que, tanto sindicatos, como usuarios, como profesionales, llevan años reivindicando. La apertura de un CUAP conseguiría descongestionar los servicios de Urgencias de los hospitales tarraconenses que, en los últimos meses, están completamente saturados. Según explica la gerente territorial de la Regió Sanitària Camp de Tarragona, Imma Grau, «después del análisis llevado a cabo, siguiendo los criterios marcados desde el Pla Nacional d’Urgències de Catalunya, se concluye la necesidad de tener un dispositivo para atender las urgencias de baja complejidad en la ciudad de Tarragona y de sus barrios». Lo que todavía no está claro es su ubicación. «Se abrirá un CUAP en un punto de la ciudad que sea accesible y que preste cobertura a la población residente a la ciudad. También a los barrios», explica Grau, quien añade que «se está trabajando donde».
Tarragona no dispone de CUAP desde septiembre de 2011, cuando los recortes sanitarios obligaron a cerrar el único que había, ubicado en el CAP Muralles. La promesa era que volvería a abrir. Nunca ha pasado. Donde sí que se ofrece este servicio es en ciudades cercanas a la capital de provincia, como son Reus, Salou y Cambrils. Los diferentes gobiernos que han ido pasando por la Generalitat desde entonces, siempre se han comprometido a estudiar la nueva apertura. Nunca ha habido éxito, pese a las reivindicaciones de la ciudadanía. Tras muchos años de lucha, parece que ahora el Departament de Salut reconoce la idoneidad de este equipamiento en Tarragona.
Y es que un Centre d’Urgències d’Atenció Primària conseguiría liberar de pacientes las Urgencias de los dos principales hospitales de la ciudad, el Joan XXIII y el de Santa Tecla que, en los últimos meses, están sufriendo importantes colapsos.
Actualmente, en Tarragona, lo más parecido que hay a un CUAP es el Punto de Atenció Continuada (PAC) del CAP La Granja-Torreforta. Cuando el ambulatorio cierra sus puertas, a las ocho de la tarde, quedan funcionando algunas consultas con algunos médicos de guardia hasta las ocho de la mañana. Dos de las principales diferencias entre el PAC y el reclamado CUAP es que este último debería contar con un equipo de profesionales único y exclusivo y que, el equipamiento de Urgencias, debería poder hacer radiografías –entre otras pruebas diagnósticas de la imagen– y analíticas, cosa que, actualmente, en el PAC La Granja no se puede realizar.
La ubicación
Lo que todavía está por decidir es su ubicación. A principios de noviembre, el conseller de Salut, Manel Balcells, visitaba el CAP La Granja-Torreforta para anunciar la puesta en marcha de las obras de ampliación del equipamiento. En ese momento, y respondiendo a preguntas de los periodistas, Balcells habló de la posibilidad de reconvertir el ambulatorio de Ponent en un CUAP. «Lo analizaremos. Y, si es necesario, lo haremos», manifestó.
No obstante, la idea no acabó de gustar a los sindicatos, quienes insisten en la idea de que el nuevo centro de Urgencias debe ubicarse en la zona centro de la ciudad, y no en los barrios.
Otra de las posibilidades que está encima de la mesa es que el nuevo CUAP se integre en el nuevo complejo sanitario del Hospital Joan XXIII, pero sin depender del centro hospitalario, sino de la atención primaria. La directora territorial de Salut, Imma Grau, por su parte, se ciñe en insistir que «en Tarragona habrá un único CUAP que prestará servicio a la ciudad y a los barrios con los criterios de cualidad necesarios para garantizar un buen servicio».
Sorpresa entre el sector
La sociedad tarraconense lleva años reivindicando un CUAP para la ciudad. Desde los sindicatos, hasta los usuarios, pasando por los colegios profesionales o los grupos políticos del Ayuntamiento. Es una petición que genera consenso.
Sergi Boada, presidente del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona, asegura que el CUAP en la ciudad está planificado desde el PLANUC del 2017. «Este equipamiento podría resolver el colapso de las Urgencias», explica Boada, quien tiene claro que el CUAP debería ubicarse en la Part Baixa de la ciudad, «ya que ayudaría a descongestionar el CAP Jaume I y daría cobertura a los ocupantes de las nuevas construcciones de la zona», refiriéndose a los recién estrenados bloques Kronos. Boada, además, recrimina a la administración que municipios como Salou, Reus y Cambrils dispongan de este equipamiento, y Tarragona no.
Por su parte, Silvia Labodia, portavoz del Grup de Treball en Defensa de la Sanitat Pública, asegura que no solo es «necesario» el CUAP en Tarragona, sino que es «urgente». Labodia se muestra sorprendida con la voluntad de la Generalitat, teniendo en cuenta que «siempre nos han dicho que esta opción quedaba descartada, ya que en Tarragona centro tenemos dos hospitales con servicio de Urgencias».
La portavoz de la plataforma coincide con el presidente del Col·legi de Metges en la ubicación. «Actualmente, el Jaume I está muy colapsado porque atiende a casi el doble de usuarios de los que debería», explica Labodia, quien añade que «este CAP debería trasladarse, ampliarse y, ya que estamos, abrir un CUAP al lado».
Finalmente, Josep Tutusaus, de USITAC –un sindicato que lleva seis años reivindicando el CUAP–, destaca que el servicio no puede instalarse en el CAP La Granja-Torreforta, ya que «hay mucha gente mayor que vive en la zona centro de la ciudad y que no dispone de vehículo para desplazarse hasta los barrios de Ponent». Tutusaus se muestra escéptico con las declaraciones de la gerente de Salut y asegura que «siempre que hay campañas electorales se llenan la boca, pero en el momento de la verdad se olvidan de las promesas».