Cambio de ritmo de la Diputació de Tarragona con la Savinosa. El pleno de la corporación provincial aprobó ayer, por unanimidad, una moción de Ciutadans en la que se «insta» al Ayuntamiento «a seguir la propuesta» que, en marzo de 2019, presentó la institución del Passeig de Sant Antoni al Consistorio, en la que se propone ampliar los usos de la finca para que el emplazamiento tenga el doble de superficie construida, reservando un espacio de 8.171 metros cuadrados para un recinto hotelero.
La pasada semana, el Consistorio de la Plaça de la Font entregó a la administración presidida por Noemí Llauradó (ERC) un informe técnico en el que exige reducir, precisamente, la edificabilidad prevista en la modificación del POUM, así como limitar la nueva construcción y la superficie prevista del futuro hotel. Según las fuentes consultadas por el Diari, el documento elaborado por el Ayuntamiento ha generado «malestar tanto por el fondo como por la forma», debido al hecho de que el propio alcalde de Tarragona –Pau Ricomà (ERC)– había votado a favor de la petición cuando era diputado provincial. A raíz de conocer la postura del gobierno liderado por el edil republicano con los Comuns, el diputado y también concejal de Tarragona Rubén Viñuales (Cs) decidió presentar la moción que se aprobó ayer, y que apuesta por dejar atrás «la pasividad» mostrada desde «hace más de un año» tanto por Llauradó como por Ricomà para «desencallar» el futuro de un equipamiento que lleva cerrado desde 1972.
A lo largo de los últimos días han sido varios los contactos a cuatro bandas entre ERC, Junts, PSC y Ciutadans que se han llevado a cabo para consensuar una posición en común. Finalmente, la situación se desbloqueó mediante una enmienda propuesta por Junts per Catalunya, que apuesta por crear una «comisión de seguimiento» de la modificación urbanística propuesta al Ayuntamiento de Tarragona. Este ente interno de la corporación local estará formado por la presidenta –Noemí Llauradó (ERC)–, así como por el diputado de Patrimoni –Quim Nin (Junts) y un representante de cada partido político con representación en el pleno de la Diputació, entre los cuales estarán los ediles de Tarragona Josep Fèlix Ballesteros (PSC) y Rubén Viñuales (Cs). Según el acuerdo, esta comisión se reunirá cada dos meses» para «impulsar y evaluar el seguimiento de la tramitación puntual del POUM de Tarragona».
«Agilizar los encuentros»
De esta forma, la Diputació tensa la cuerda con el Ayuntamiento y pone en marcha mecanismos para fiscalizar la gestión del alcalde Pau Ricomà con el proyecto. «Se trata de una situación que ya hace demasiados años que dura. Es un tema que tenemos arriba del todo de nuestra agenda», afirmó ayer la presidenta de la Diputació, Noemí Llauradó, quien añadió su voluntad por «agilizar los encuentros y no esperar tantos años para desencallarlo».
Por su parte, el vicepresidente primero, Quim Nin (Junts), enfatizó que la Savinosa «es el sueño eterno abandonado de Tarragona», y recordó que el emplazamiento «estuvo abierto 43 años y, en cambio, ya lleva 48 abandonado». En este sentido, el también responsable de Patrimonio reivindicó «mentalidad abierta» para impulsar un proyecto «ambicioso» que permita dejar atrás «la desidia». Desde el PSC, Josep Fèlix Ballesteros aseguró que el proyecto «es absolutamente viable» y reivindicó que «todos los informes son favorables» para una propuesta que es «digna y ambiciosa», y que se «consensuó con un proceso ejemplar».
Rubén Viñuales (Cs) anunció que su formación solicitará un pleno monográfico en el Ayuntamiento para abordar el tema. «La Diputació ha hecho sus deberes, pero el Consistorio no ha realizado movimientos sustanciales. Ahora, con la comisión, el gobierno local tendrá una espada de Damocles y sabrá que la Diputació está encima del tema», resaltó el político que impulsó el posicionamiento provincial de ayer.