La situación en la calle Orosi es insostenible. Inseguridad, peleas, gritos, suciedad e incivismo. Así lo definen los vecinos de la zona, que piden ayuda urgente al Ayuntamiento y a los cuerpos de seguridad. El foco del conflicto se concentra en dos bares de la calle. «Es el punto de encuentro para las personas que generan conflicto. Se tiran allí todo el día, bebiendo y consumiendo droga. Luego llegan las peleas», explica una vecina.
La calle Orosi es, sin duda, una de las principales vías de entrada y salida de la ciudad, ya que da acceso directo a la estación de trenes de Tarragona. «Nos da vergüenza que los turistas se lleven esta imagen de la ciudad», explica la presidenta de la Associació de Veïns del Barri del Port, Carmen Puig. Los vecinos pensaban que, con la pacificación de la calle, los problemas de convivencia desaparecerían. «La verdad es que ha ido a peor. No sabemos porqué», añade Dani Hortet, que regenta un comercio de la zona.
Otro de los focos de la problemática es, según los vecinos, el hostal que hay en la misma calle. Según ha podido saber el Diari, la pensión tendría una especie de convenio con el Institut Municipal de Serveis Socials de Tarragona (IMSST) para acoger temporalmente a personas sin hogar. Hace unos días, una turista colgaba una reseña en Internet sobre la pensión. «He pasado la peor noche de mi vida. No podía ni dormir», decía el escrito, que continuaba: «en la zona hubo una pelea con un cuchillo y mi sorpresa llegó cuando vi que uno de los implicados dormía en el hostal». Desde la asociación de vecinos quieren aclarar que la pensión no es responsable de esta situación.
Por otro lado, los vecinos se muestran convencidos de que la concentración de sedes y espacios del Institut de Serveis Socials en la Part Baixa contribuye a esta inseguridad. En el Barri del Port podemos encontrar el punto de atención para personas sin hogar y también un hospital de día para adultos con problemas de adicción. «Todo ello ayuda a que en la Part Baixa se junten personas con situaciones complicadas, que generan conflictos», indica una vecina.
Reunión de urgencia
Hace poco más de un mes, los vecinos se reunieron con representantes del Ayuntamiento para trasladarles sus problemas de inseguridad. La reacción del alcalde fue ordenar la retirada de los bancos de la calle Orosi para disuadir la presencia de las personas conflictivas. No ha funcionado. El miércoles por la tarde, los vecinos volverán a reunirse para tomar acciones definitivas.
Por su parte, desde la Guàrdia Urbana también tienen puesto el ojo en la calle Orosi. En 2023 se realizaron 77 dispositivos planificados en el lugar y, en lo que llevamos de año, ya se han hecho 56. «Estamos trabajando de manera intensa y, a partir de esta semana, está previsto que se incremente la presencia policial», dicen desde el cuerpo. Además, se han revisado las dos cámaras que hay en el entorno de Orosi, ya que una de ellas había sido golpeada por un camión y estaba a punto de caerse. Finalmente, se han mejorado las comunicaciones de las cámaras.