«Hay gente que se te pone a llorar cuando les dices que tienen que volver a pedir cita»

La oficina de la Seguridad Social en la Avinguda de Roma es un goteo constante de ciudadanos en una misma situación: no consiguen hora para ser atendidos. Una agente de seguridad les recuerda amablemente lo que ya saben: que necesitan una cita previa para ser poder entrar y solo la pueden conseguir por teléfono o por internet. Les recomienda las horas a las que tienen que intentarlo «pero sin parar; en bucle ¿eh?», les dice.

Una de las que ha acudido presencialmente, en vista de que no consigue cita «de ninguna manera» es Gisela, que no logra pedir la prestación por maternidad. Hizo el trámite por internet, con el certificado digital, pero le notificaron que había un problema sin especificar de qué se trataba. «No hay manera de acceder a nadie que te atienda, es como una pared. Y aquí estoy yo, con un bebé de 20 días de nacido para arriba y para abajo», se lamenta.

También se acercan personas que no dominan el idioma y que han estado dejándose el dinero infructuosamente en locutorios tratando de encontrar cita o personas, especialmente mayores, que no dominan la tecnología.

En resumen, lo peor de la pandemia ha pasado, pero el acceso a algunos servicios sigue restringido. Manuel Reyes representante del sindicato UGT de la Administración General del Estado en Tarragona explica que esta manera de funcionar que llegó con la Covid se ha perpetuado por un único motivo: falta personal. De hecho este sindicato junto con CCOO y CSIF se plantea movilizaciones en las oficinas del INSS este mes.

En la demarcación de Tarragona, señala Reyes, hay 422 puestos de trabajo de los cuales 122 permanecen sin cubrir. Son llamativos los casos de Tesorería, por ejemplo, con 192 puestos de los cuales hay 64 vacantes o el de la gerencia informática donde de 12 puestos faltan por cubrir 5.

Esto sin contar con los trabajadores que se han contratado expresamente para tramitar el Ingreso Mínimo Vital, una cincuentena que, asegura, «no se dan abasto» por lo que el trámite está tardando unos seis meses.

La falta de efectivos ha obligado, por ejemplo, a cerrar oficinas como la Mora d’Ebre, cuyos usuarios ahora son atendidos en Reus.

Reconoce que la falta de personal se viene arrastrando desde la época de los recortes del ministro Cristóbal Montoro y afecta también a otros organismos como el SEPE, Tráfico, o las oficinas de extranjería con el consecuente retraso en la atención a los ciudadanos.

Un trabajador de Tesorería de la Seguridad Social explica que cuando los ciudadanos finalmente llegan hasta los funcionarios vienen enfadados y frustrados. «Lo peor es cuando falta algún documento. Hay gente que se te pone a llorar cuando le dices que tienen que volver a pedir cita. Piense que muchas veces estamos hablando de personas vulnerables que dependen de estos trámites para comer», relata.

Relata además que el trabajo se ha redistribuido entre las distintas provincias por lo que, por ejemplo, una jubilación de alguien de Tarragona podría tramitarse desde Vizcaya. Esta deslocalización de los expedientes, asegura, complica las gestiones.

También hay que tener en cuenta la edad de los trabajadores actuales «en los próximos cinco años se jubila casi el 50% de la plantilla, el mayor rango de trabajadores es de 59 a 65 años», asegura Reyes. Y a esto hay que sumar que muchos efectivos se van cuando hay concursos de traslado. En UGT, de hecho, hacen cursos para preparar las oposiciones a ciudadanos de la provincia para que, si consiguen las plazas, se queden en el territorio.

Incorporación de efectivos

Consultados al respecto, desde el INSS apuntan a que tienen prevista la incorporación de más de 1.600 trabajadores en toda España para mejorar la atención al ciudadano, de los cuales unos 40 van a incorporarse a la provincia de Tarragona. Algunos puestos serán ocupados en primera instancia por funcionarios interinos cuya contratación se tramitará de forma inmediata.

Señalan que este paso supone «un incremento del personal del 8,43% el ámbito el Instituto Nacional de la Seguridad Social y de la Tesorería General de la Seguridad Social y representa el primer aumento neto de plantilla de la Seguridad Social de los últimos 10 años. La medida se inscribe en el marco del plan de choque puesto en marcha por la Seguridad Social para paliar las carencias de personal consecuencia de las medidas de recorte adoptadas durante la crisis financiera».

Apuntan que «el plan contempla dos importantes hitos más este mismo año: el concurso macro de provisión de puestos de trabajo vacantes, que supondrá la incorporación de centenares de efectivos más, y el rediseño de los procesos selectivos, que busca reducir de forma drástica los tiempos de gestión necesarios para el reclutamiento de nuevos funcionarios».