El traslado de la antigua universidad Laboral ha sido uno de los temas protagonistas de la primera comisión bilateral que se ja celebrado este lunes por la mañana entre el Govern de la Generalitat y el Ayuntamiento de Tarragona, encabezada por el conseller de Presidència, Albert Dalmau, y el alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales.
El compromiso asumido por ambas administraciones pasa por la firma de un convenio –en un periodo máximo de dos meses– que debe permitir la creación de un grupo de trabajo, el cual definirá las actuaciones necesarias para que este traslado pueda hacerse efectivo, y que tanto los servicios educativos como sociales puedan moverse a la nueva ubicación, entre los barrios de Bonavista y Campclar, de acuerdo con el nuevo POUM que se está redactando.

Por primera vez se ha cuantificado la inversión necesaria, que «supera» los cien millones de euros. Asimismo, para que esto sigue adelante, se espera la entrada de nuevos actores como puede ser el Port de Tarragona, ya que la operación incluye una jugada a tres bandas, en la que las instalaciones de la Laboral podrían acoger las instalaciones de la antigua CLH, que es otro de los objetivos del nuevo Pla d’Ordenació Urbanística Municipal.
El Port de Tarragona no formará parte del convenio que tiene que firmarse. No obstante, el organismo que preside Santiago Castellà tendrá un papel relevante en las negociaciones. «Necesitamos sumar complicidades con el puerto, ya que será un elemento relevante y podría ayudarnos a financiar esta operación», ha indicado el representante del Govern de Salvador Illa.
De momento, no se ha establecido un calendario ni se han fijado unos plazos. Pese a ello, el alcalde de la ciudad ha puesto en valor que «es un acuerdo que permite que todas las piezas empiezan a moverse de la forma más clara». En paralelo, para que esto se ponga en marcha el Ayuntamiento debe cerrar el acuerdo por el traslado de la antigua CLH. Sobre esta cuestión, Viñuales ha asegurado que «seguimos negociando», ya que ahora mismo no hay un acuerdo para que la compañía de hidrocarburos abandone las instalaciones junto al Francoí.
El tarslado de la Laobral afecta tanto a los Serveis Educatius, los Serveis Específicos, el Camp d’Aprenentatge Ciutat de Tarragona, el Centre d’Educació Especial Solc y los Serveis de Teràpia Ocupacional Solc, además de los instituts de formación profesional Pere Martell y Cal·lípolis.