Niños y niñas embutidos en batas blancas y con sus gafas protectoras han tomado esta semana el Campus Sescelades de Sant Pere i Sant Pau. Concentrados en sus experimentos y en las reacciones que de ellos se derivan, para muchos es su primera toma de contacto con la química, la física o la tecnología, entre otras disciplinas.
Son los talleres científicos de la Setmana de la Ciència, por los que pasarán más de 1.500 alumnos de 31 centros de primaria y secundaria. Unas actividades que este año celebran la sexta edición, organizadas por la Universitat Rovira i Virgili (URV), en colaboración con la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT).
«La Setmana de la Ciència es clave para despertar vocaciones y si empezamos a una edad temprana, la probabilidad de éxito es muy alta, pero también está la otra dimensión, que es la de acercar la ciencia a la sociedad en todos los ámbitos del conocimiento», manifestó María José Figueras, rectora de la URV, quien además de las instituciones, destacó el trabajo de «voluntarios, estudiantes y profesores, que se han dejado la piel para que esto funcione».
Un circuito eléctrico para comprobar la conductividad del grafito, el reciclaje de plástico, el proceso de producción de cobre a partir de mineral o la capacidad emulsionante del jabón y el detergente son algunas de las propuestas, atractivas y sencillas, adecuadas a cada edad, con las que se capta la atención de los futuros investigadores.
Asimismo, tampoco podía faltar la tabla periódica de los elementos, protagonista en su 150 aniversario. Con ella los alumnos conocen su historia, utilidad, además de experimentar con nitrógeno, hidrógeno, oxígeno, helio o azufre. Mientras, Fantasmes, ajudeu-me! es la actividad que se llevan a casa para implicar a la familia en el misterio de los hologramas. Una unión, la familiar y la académica, que van de la mano.
«Creemos que esta función de la universidad de conectar con los estamentos educativos inferiores es fundamental. Porque también se está detectando que está disminuyendo la demanda en algunas profesiones que entrañan una cierta dificultad de aprendizaje. Por todo, pensamos que esta semana es muy importante y el mundo de la empresa también nos lo dice así», resaltó por su parte Francesc Díaz, vicerrector de recerca i planificació científica de la URV.
Implicación femenina
En este sentido Rafael Muñoz, de los servicios territoriales de Educación de la Generalitat, puntualizó que «desde que se celebra la Setmana de la Ciència, y no digo que se deba solo a esta iniciativa, hemos visto cómo aumentaba el número de alumnos que escogían opciones científico tecnológicas tanto en bachillerato como en la formación profesional, que es el otro gran reto que tenemos. Y también conseguimos una mayor implicación femenina».
Mientras, Rodrigo Cannaval, vicepresidente de la AEQT, puso en valor el compromiso de la asociación empresarial con el territorio, al mismo tiempo que la «relación muy cercana con la URV, que es nuestra fuente de factor humano. De aquí salen los futuros profesionales que trabajarán con nosotros. Y si somos capaces de despertar en los niños y niñas la curiosidad por las carreras más científicas, lograremos mucho en el medio y largo plazo».