Tarragona no es exclusivamente un destino imprescindible por su pasado romano, también es uno de los lugares preferidos para quienes buscan disfrutar de la costa catalana y una oferta gastronómica diversa. Bañada por el Mediterráneo, combina tradición e innovación, especialmente en su gastronomía. El pescado fresco, los frutos secos y los arroces de la zona son algunos de los productos estrella que los restaurantes locales aprovechan para crear auténticas delicias culinarias.
Si eres de los que te gusta el buen tapeo, Mercería 34 es uno de los locales que no te puedes perder en Tarragona. Ubicado en el centro histórico, muy cerca de la imponente catedral, este restaurante destaca por su fusión de tapas tradicionales y propuestas modernas. Además, su nombre es fácil de recordar: toma su inspiración tanto de la calle Mercería como del número 34, donde se encuentra.
La carta de Mercería 34 se define por su dinamismo. Los platos cambian según la temporada, lo que garantiza una experiencia siempre fresca y variada. En su propio lema lo dejan claro: “Nuestros platos son dinámicos y van cambiando con la temporada y con lo que se nos vaya ocurriendo. Nuestro restaurante es desenfadado, fresco, donde poder ir y repetir”.
Aunque la carta de Mercería 34 está repleta de opciones clásicas, el restaurante no tiene miedo de innovar. Ejemplos de esta mezcla entre lo tradicional y lo vanguardista son el pulpo con ‘kimchi’ o los calamares a la romana fritos en tempura, perfectos para quienes buscan una experiencia diferente.
Pero no estamos aquí para hablar de la variedad de tapas y platos que puedes encontrar. Hoy hablamos de uno de los platos que no pasan desapercibidos en Mercería 34; sus patatas bravas. A diferencia de otras propuestas más modernas, aquí apuestan por una receta clásica: las patatas se cuecen previamente y se fríen después para conseguir una textura perfecta. A la hora de elegir la salsa, los clientes pueden optar entre la salsa brava tradicional española o una espuma de allioli que le añade un toque más suave y cremoso.
Esta versión de las bravas ha ganado muchos adeptos, con algunos clientes incluso calificándolas como “las mejores bravas que he comido en la vida”. Es un plato imprescindible si visitas este restaurante.
Además de su variada carta de tapas, Mercería 34 ofrece menús especiales para grupos, adaptándose a quienes quieren disfrutar de una experiencia culinaria compartida. Eso sí, aunque la oferta vegetariana es limitada, sus platos destacan por sus largas cocciones y el uso de ingredientes locales, lo que garantiza calidad en cada bocado. ¿Te atreves a probarlas?