Tarragona acogerá, a partir del 12 de abril, la exposición ‘Titanic, the reconstruction’, cuyo principal atractivo será una maqueta de doce metros de largo, la más grande creada hasta ahora, que reproduce al detalle los elementos externos e internos del barco que protagonizó el naufragio más famoso del mundo y del cual se cumplen este año 104 años.
La muestra viene precedida por el éxito de su estreno en Granada, por el cual pasaron más de 123.000 personas. Tarragona es la primera escala de un periplo que incluye ciudades de España, Europa, Estados Unidos y América Latina y que durará, al menos, hasta 2021.
Jesús Ferreiro, presidente de la Fundación Titanic, impulsor de la muestra y también de la muy exitosa 'Titánic, the exhibition' que recaló en Tarragona en 2008, cuenta que la maqueta será la ‘estrella’. Relata que tardó en construirse casi tres años, «casi tanto como el barco original». Primero se construyó el casco en Girona, y luego la parte interior. Este último proceso se hizo a la vista de los visitantes en el Parque de las Ciencias de Granada. Uno de sus atractivos es que uno de los lados, el de estribor, está abierto y deja al descubierto los detalles del interior de la embarcación, desde la sala de máquinas hasta los camarotes de los pasajeros de las distintas clases.
La voz de los supervivientes
Pero Ferreiro asegura que, sobre todo, lo importante es la historia contada a través de las víctimas (la visita se hace con audioguía). Él mismo, periodista radiofónico, consiguió entrevistar a 39 supervivientes, incluida Millvina Dean, la superviviente más joven, de quien cuenta orgulloso que «pude asistir a sus últimos tres cumpleaños».
Cuando se le pregunta el porqué de esta fascinación universal por el naufragio (a la que contribuyó, cómo no, la película de James Cameron), Ferreiro reconoce que tiene algo de inexplicable y comenta, para apoyar su idea, que hay periódicos de la época que relatan que a la botadura de los ‘hermanos’ del barco, el Olympic y el Britannic, acudieron respectivamente 3.000 y 12.000 personas; a la del Titanic acudieron 90.000. «Una barbaridad de gente para algo que dura apenas unos segundos», reconoce. De hecho, el alcalde de Belfast decidió aplicar una tasa a todos los que acudían a la ciudad a ver la botadura del barco. Con lo recaudado se pudo construir el hospital infantil de la ciudad, tal como lo recuerda una placa que todavía se conserva.
Pero, sobre la fascinación actual, reconoce tener menos respuestas. «Explicar un mito es dificilísimo, pero, como decía Cameron, si te metes en el Titanic no sales jamás, se te queda en el alma». De hecho, le llama la atención el interés de niños, adolescentes y veinteañeros. «Son los que se quedan más rato y los que más repiten», relata.
Es algo que le satisface particularmente, porque la historia del Titanic también habla de valores como la valentía, la caballerosidad, la educación, la honradez, «que cotizaban muy alto en 1912 y ahora no tanto».
De tanto en tanto recibe correos de todo el mundo hablándole de objetos que en realidad nunca estuvieron en el barco, o se sorprende con noticias como aquellas que aseguran que el barco no se hundió, sino que está escondido, que el capitán se salvó vestido de mujer, que fue alcanzado por un torpedo alemán...
De vestidos a un coche
Pero la maqueta y la audioguía no serán las únicas que ayudarán a contar la historia en una visita que dura aproximadamente una hora.
También podrán verse, por ejemplo, instrumentos musicales, herramientas, vestidos de gala, una caja original como las que viajaban en la bodega... Estará, incluso, el coche Brush Runabout D24 conocido como el coche del Titanic porque debía viajar en el barco para su presentación en Europa y que llegó finalmente en el Olympic, el barco gemelo, con 21 días de retraso.
El resto de piezas, así como más detalles de la exposición, se podrán conocer el martes durante una presentación a la prensa en el Port de Tarragona.
De momento Ferreiro explica que las entradas tendrán un coste de entre 5 y 12 euros con descuentos especiales para los lectores del Diari de Tarragona, medio oficial de la exposición.